lunes, 2 de abril de 2012

Vigilar y cuidar

Una de las trampas más socorrida para atrapar a los elefantes en las sabanas africanas es cavar hoyos y llenarlos de fango. Los pesados animales  luchan desesperadamente por salir de esa prisión hasta que son izados con sogas  y se dispone de ellos de acuerdo con los intereses de sus captores. Disfruta vigilando. Nuestra mente se parece a un pesado elefante y se debate en un círculo vicioso cada vez más profundo, inestable y sufriente  cuando alimentamos pensamientos obsesivos, repetitivos y anclados en los deseos de todo género. ¿Qué hacer ante todo esto? Hay una metodología, cuyo primer paso es, mantener a lo largo de la vida una actitud –como el timonel de la nave-  vigilante sobre los movimientos de nuestra mente para evitar su extravío. Un antiguo y luminoso  recordatorio nos llega del oriente para ayudarnos:  ​Cuida a tu propia mente y sácala de la miseria como se saca a un elefante que se ha metido en el fango.


No hay comentarios: