domingo, 6 de mayo de 2012

En urgencias






En nuestro paso por este mundo hay no pocas historias comunes entre los seres humanos. Una de ellas es la que cuenta cómo los demás pueden hacernos infelices y llevarnos a echar a perder nuestra vida entera. Un día una muchachita  me dijo una gran verdad en la sala de urgencias del hospital: He llegado al hospital no por lo que otros han hecho para destrozar mi vida, sino por lo que yo sola he  hecho. Para eso no necesito de los demás. Confieso que quedé asombrado ante la claridad ,el realismo y el sentido de responsabilidad de esa niña. Bien que pudo echar su responsabilidad en los demás, pero es más poderosa la visión  que nos muestra a nosotros como los principales constructores o destructores de nuestra vida. Vivo agradecido para con ella.

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