Nuestro
desierto es parte de la visión mitológica del mundo y los que no viven en estas
tierras asocian el término desierto con silvestre, bravo y salvaje -para
referirse a lo que sucede en estas tierras, aludiendo a los animales, las
plantas y a nosotros los humanos o semi bárbaros. Pues más allá de esas
creencias hay una gran reino o dominio -muy querido para mí- donde no hay soga
que ate, ni candado que cierre, ni miedo que detenga y para ello hemos de
voltear la mirada a la naturaleza donde descubrimos que: Existen cosas sin amo como el
agua, el aire y los sueños [1]. En esta tierra desértica
florecen abundantemente, pues el agua nos visita cuando se le antoja y le
rogamos y suplicamos -pero ella es dueña de sí misma y de nadie más. Los vientos
no los vemos -no sabemos de donde vienen ni a donde van pero nos visitan a su
antojo, como brida o vendaval hasta ahogarnos en arena –para recordarnos
nuestro prístino origen. Los sueños señores de la siesta y de la noche
cabalgan por las praderas libres de nuestra imaginación, pasión y emociones y
nos invitan a cabalgar con ellos en libertad. Hermosa es esta tierra nuestra, sin duda.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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