sábado, 19 de enero de 2013

Banquete

La llegada de los niños a este mundo suele producir alegría pero no sucede así con la partida.Entre varios factores está el dolor de la partida  -que siendo sabida no se le espera porque no hay una preparación para ese instante. Estuve leyendo un tratado de fisiología de 1910 aproximadamente y me encontré una afirmación valiosa: Vive de tal manera que tu partida de este mundo te haga sentir una satisfacción similar a  quien se levanta y se va a casa después de un agradable banquete.Esta metáfora puede tener mucho de ideal pero nos acerca a lo anhelado en el fondo de nuestras vidas: Vivir en paz, partir en paz. 

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