viernes, 18 de enero de 2013

Fantasmas





Hay naufragios en el mar y los hay en el desierto. La historia nos muestra un desfile de caravanas en pos del oro en el gran desierto chihuahuense y sonorense que es compartido por dos naciones, México y Estados Unidos. En ambos lados florecieron poblados mineros y ganaderos.Graneros, corrales, pozos de agua y molinos.Pero los ciclos mineros dependen de las vetas y del precio de los metales. Sucedió que por un tejido de elementos los antes florecientes se convirtieron en pueblos fantasmas. Así como las marejadas y los tsunamis causan naufragios, las olas de arena cubrieron a los pueblos. Hoy nos damos cuenta de sus aventuras, pasiones, esfuerzos, sacrificios y toda esa historia, en parte, yace debajo de la arena.Magnifica oportunidad para situar en perspectiva qué es lo importante en la vida.

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