Desde la segunda mitad del siglo veinte y particularmente
desde la fundación de las Naciones Unidas en 1945 -como consecuencia de la Segunda Guerra
Mundial- se ha entronizado en la
conciencia humana el concepto y la exigencia de cumplir y respetar los Derechos
Humanos. A partir de entonces hay una pléyade de derechos derivados que tienen
su día anual de conmemoración: los derechos de las mujeres, los derechos de los
niños, los derechos de la tercera edad y de los trabajadores y de las mujeres
trabajadores en el servicio doméstico. La lista es larga, valiosa y justificada
pero también está la contraparte. Se habla muy poco de los deberes que tenemos
como seres humanos, ciudadanos, profesionales etc. Estamos dispuestos para el
reclamo y la queja pero no para ser congruentes y dar cuenta. Carecemos de
autocrítica y de apertura para la transparencia y para que se nos señalen
nuestros errores. Si alguien vivió el siglo veinte y parte de nuestro joven
siglo veintiuno fue José Luis Sampedro (96) y dijo de la vida acertadamente: Se habla mucho del derecho a la vida, pero
no de lo importante que es el deber de vivirla. Vivir la vida paso a paso,
sorbo a sorbo, a ratos golpe a golpe, manteniendo siempre vivo el rumbo y el norte de nuestra existencia. Sí, hay un
deber de vivir la vida y vivirla bien.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
sábado, 13 de abril de 2013
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