El 1 de Mayo conmemoramos el sentido del
trabajo y recordamos a los luchadores que han dignificado al trabajo con sus
vidas y obras. La etimología del trabajo en diversas lenguas alude, casi
siempre, a faenas pesadas, de sol a sol,
con gran gasto físico, hechas por hombres
sometidos, atados a un yugo ,con sensaciones dolorosas y muchas veces sin paga
en dinero sino sólo la escasa comida del día. Las condiciones laborales son un
camino empedrado y ensangrentado en la historia humana. Hoy tratamos de ser un
poco más conscientes de todo esto. Recordemos que de un promedio de vida de 75
años las dos terceras partes se van en trabajar, faenar o laborar y para eso -los que tuvimos acceso a los conocimientos- nos hemos preparado. Veo en el trabajo una
suerte de dimensión oculta que podríamos
formular con la palabra transformación. Todo
lo que pasa por la mente y manos humanas queda transformado –y ahí aparece el tema ético, es decir, transformado con un sentido constructivo o
destructivo-. Sobre el trabajo se han
escrito no pocos lemas afortunados y desventurados como aquel de los campos de
concentración que decía: El trabajo nos hace libres. –Arbeit macht
Frei-. Bien visto este mundo apasionante de transformar a la naturaleza y a nosotros mismos ,me inclino a
pensar que no es el trabajo quien dignifica a los seres humanos sino al revés: Somos
nosotros quienes dignificamos esas ocho o más horas de cada día y somos nosotros quienes honramos y
dignificamos a la vida.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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