lunes, 8 de julio de 2013

Vino y almas







Solemos decir que lo llamado bueno nos mueve y nos conmueve  -según el decir de hoy ,nos motiva.  Por lo bueno ,lleno de sentido o motivante hemos emprendido viajes y aventuras sin fin. Por lo llamado bueno hemos crúzanos mares, desiertos y montañas, estamos velando al enfermo horas días,meses.Por el amor al amor, al dinero o al poder emprendemos las tareas más fatigosas. Sabedor de esta característica, exclusivamente humana, Yĕhudah Ha-Levi[1] escribió para nosotros: Las copas sin vino son pesadas,
son arcilla como las vasijas de barro,
mas al llenarlas de vino se hacen leves, lo mismo que los cuerpos con las almas. El vino obra la levedad en la pesada arcilla, como las almas obran la levedad en los pesados cuerpos.






[1] 1070-1141 (71) máximo poeta hebreo en la España medieval.

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