La gente de campo en nuestro desierto es
vieja observadora y conocedora de los cielos de día y de los estrellados. Los
cielos son sus libros, es su cieloteca.
Que si el sol desangrado y los cielos rojizos, que si los vientos del sur en la
mañana y del norte al atardecer, que si las nubes que asoman por la mañana y se
siguen de largo aumentando el ansia de una gota de agua, ¡una!. Y así un día y
otro también y la estación de los fríos ,de los brotes y de los escasos frutos,
el volar de las hojas y vuelta el frío. Y con el amor sucede lo mismo, ansia y espera,
ingrediente esencial. Desde tierras secas y hermanas Antonio Gala nos envió
este verso inolvidable: Aceituna en
invierno, trigo en verano. No te tardes bien mío, que yo te llamo.[1]
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
domingo, 7 de julio de 2013
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