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miércoles, 20 de abril de 2016

Eso que nos mueve

Todo tiene su tiempo
en el verano las hojas fuertes esta unidas a la rama
un natural apego las mantiene ahí y de esa manera.

En otoño sopla el viento
el mar de hojas inicia el viaje
un buen amigo del sur me dice:

'una hoja en el viento es más viento que hoja
¿qué somos sino eso que nos mueve? '


-Inspirado por MicroPoesia




domingo, 28 de febrero de 2016

Hermoso viaje del río




Verano. Tiempo de lluvias. Padre e hijo en el puente, abajo el ancho, hermoso río.
¿A dónde va el agua?
-Al mar, hijo.
¿cómo es la historia?
Lo que llamamos agua es la suma de moléculas microscópicas.
Son las mismas desde que el mundo es mundo.
Viajan y viajan y viajarán mientras el mundo dure.
¿las mismas?
Sólo cambian de lugar o estado.
De agua se hacen hielo, se hacen vapor, y así el ciclo.
En el mar las llevan corrientes y mareas, se evaporan se elevan, llueven.
Riegan campos, están en las plantas que comen los animales y los humanos.
Esas moléculas forman el 70% de nuestro cuerpo.
Nuestro corazón es 79% de agua
Nuestro cerebro es 75% agua
Nuestros pulmones son  79% agua
Nuestra sangre es 80% agua.
Si pesamos 75 kilos ,42 kilos son agua aproximadamente.
Cuando dejemos de vivir el agua que nos forma
seguirá su viaje, nutrirá nubes y acuíferos,
será parte de una flor, de un bosque y estará en el mar de agua en los ojos de
un niño como tú y de un papá como yo.

Verano. Tiempo de lluvias. Padre e hijo en el puente, abajo el ancho ,hermoso río.

¿A dónde va el agua?

lunes, 22 de junio de 2015

Trineos y carretas

Cada estación del año tiene sus tareas, sus encantos y sus carencias. Hemos iniciado el verano en nuestro hemisferio boreal y cada cual se lo representa como un tiempo para... y ahí dejamos los "puntos suspensivos".  Algunos dirán: tiempo para descansar, tomar vacación,hacer un viaje, aligerar la ropa, caminar descalzo, nadar,acampar,pasar horas al aire libre. En la sabiduría de los pueblos hubo tareas específicas como el armenio anónimo que dijo: Repara tu trineo en el verano, y tu carreta en el invierno. ¿Que será lo que hemos de hacer en este verano tan lejano en tiempo y espacio de los trineos y las carretas?  

viernes, 30 de enero de 2015

Tardes de verano




Las tardes del verano nos regalaban aguaceros con tremendas gotas salpicantes y marchantes dentro del caudal y la pendiente de la calle, un ejército de soldaditos. Allá, en el alto cielo los truenos fueron  un temido ejército galopante. Un cielo poblado por ovejas grandes, medianas y pequeñitas  que tan pronto llegaban,desaparecían en el matadero del horizonte. Las tardes del verano, un libro abierto sobre el breve tiempo,  la breve vida  –con ese agridulce inconfundible.

domingo, 7 de julio de 2013

Tiempos y espera



La gente de campo en nuestro desierto es vieja observadora y conocedora de los cielos de día y de los estrellados. Los cielos son sus libros, es su cieloteca. Que si el sol desangrado y los cielos rojizos, que si los vientos del sur en la mañana y del norte al atardecer, que si las nubes que asoman por la mañana y se siguen de largo aumentando el ansia de una gota de agua, ¡una!. Y así un día y otro también y la estación de los fríos ,de los brotes y de los escasos frutos, el volar de las hojas y vuelta el frío. Y con el amor sucede lo mismo, ansia y espera, ingrediente esencial. Desde tierras secas y hermanas Antonio Gala nos envió este verso inolvidable: Aceituna en invierno, trigo en verano. No te tardes bien mío, que yo te llamo.[1]




[1] Sevillanas

jueves, 4 de julio de 2013

Epifanías







Desierto en Invierno, Chihuahua
¿Quién de nosotros  no ha vivido ,alguna vez, la súbita presencia de un ser que nos ha cambiado la existencia?  No importa si fue otro niño o niña en nuestra niñez  o un viejo o  una vieja en nuestra vejez… o en los puntos intermedios de nuestro caminar, en alguna esquina, llano o recoveco de la vida. Esas son las llamadas epifanías que nos transforman en seres  un poco más sabios, hermosos, buenos, generosos . Hagamos una breve lista para honrar a esos seres que dejaron su cálida huella en nuestra alma, nos despertaron una sonrisa, nos compartieron un entusiasmo ardiente o despertaron a nuestro niño, a nuestro explorador, a nuestro mago interior. Agradecido, recuerdo un fragmento de Antonio Gala : Era invierno; llegaste y fue verano.
Cuando llegue el verano verdadero… ¿Quién calentará el aire
 más que agosto y que julio?
...
Era invierno y llegaste; llegaste y fue verano.