jueves, 4 de julio de 2013

Epifanías







Desierto en Invierno, Chihuahua
¿Quién de nosotros  no ha vivido ,alguna vez, la súbita presencia de un ser que nos ha cambiado la existencia?  No importa si fue otro niño o niña en nuestra niñez  o un viejo o  una vieja en nuestra vejez… o en los puntos intermedios de nuestro caminar, en alguna esquina, llano o recoveco de la vida. Esas son las llamadas epifanías que nos transforman en seres  un poco más sabios, hermosos, buenos, generosos . Hagamos una breve lista para honrar a esos seres que dejaron su cálida huella en nuestra alma, nos despertaron una sonrisa, nos compartieron un entusiasmo ardiente o despertaron a nuestro niño, a nuestro explorador, a nuestro mago interior. Agradecido, recuerdo un fragmento de Antonio Gala : Era invierno; llegaste y fue verano.
Cuando llegue el verano verdadero… ¿Quién calentará el aire
 más que agosto y que julio?
...
Era invierno y llegaste; llegaste y fue verano.





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