Hay de epidemias a pandemias y la de hoy es tomarse auto retratos fotográficos -en inglés, 'selfies'.
Una pareja amiga mía de años viaja con alguna frecuencia y "la pasan tan bien que no toman fotografías, se quedan con los hermosos recuerdos".
Al llegar a casa reúnen a su familia y le cuentan sus mejores momentos.
Esta familia es un poco rara pues cultiva el arte hermoso de ver con los oídos.
--inspirado por una expresión de Sergio Sánchez, amigo tuitero.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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lunes, 21 de marzo de 2016
domingo, 31 de enero de 2016
Benditos los memoriosos y benditos los desmemoriados
Junto a a la brevedad está nuestra habilidad para el olvido.
En la niñez y juventud no se perdona decir en el aula: no me
acuerdo, lo olvidé pues ipsofacto pronunciamos
una sentencia de muerte: no estudié.
Pasan los años y si digo “no me acuerdo” “lo he olvidado” a nadie o a casi nadie le importa y lo toman como lo
más natural -ya esta viejo, ya está
vieja…
La vida es olvido y el olvido se parece al periódico: voy al
kiosko, relucen los diarios de la
mañana, palidecen al medio día y se marchitan por la noche, al día siguiente
envolvemos pescado en ellos y para el tercer día no recuerdo una linea que valiera la pena. Los periódicos ,como la
vida breve, gracias al olvido dejan paso
al momento presente, al instante que es el vivir.
Me parece que hay equipos en este mundo:los memoriosos y los
desmemoriados. Los primeros…ya sabemos, se acuerdan del librero, de los libros,
de su orden, de sus colores y en qué capítulo, página y línea está el
versdículo que dice: ¡no me olvides! Yo
vivo en el segundo equipo donde guardo
una puesta de sol, el temblor de una hoja, la mirada de mi perro,la textura de
la palma tibia, el aroma del café,del cedro y el naranjo,esa mirada y esa sonrisa.
Olvidar es tan sano como aprender y memorizar en otro
tiempo. Olvidar es dejar paso a este instante en que puedo hilvanar estas palabras
que se cuentan como “bits” o ínfimo
latido, suspiro, susurro, anhélito del alma.
Eduardo Naranjo, Recuerdo sobre la pared, 1974
Eduardo Naranjo, Recuerdo sobre la pared, 1974
miércoles, 20 de enero de 2016
Perder
Los verbos se parecen a las calles.
Hay calles en los pueblos y ciudades que son frecuentados y otros
donde no se para un alma.
Un verbo muy socorrido por los visitantes es el verbo "perder"
perdí mis llaves
pierdo la paciencia
pierdo la memoria
pierdo el autobus
pero el colmo de todo le sucedió a mi amiga Ixiar en un día de diciembre:
"Y vivo tan perdida que no encuentro la brújula que tenía"...
-Inspirado por Micro relatos.
jueves, 25 de junio de 2015
Recuerdos
GPH.Presa El Rejón.Chihuahua Desert |
¿Que recuerda mi memoria?
Veo un granito de arena y recuerdo el polvo cósmico mi origen a 13,700 millones de años.
Siento una gota de agua de lluvia en la palma de mi mano y es la misma viajera desde que las aguas se hicieron.
Siento el tibio rayo de luz mañanero y sé que llega cansado a mi piel pues le ha llevado 8 minutos en viajar desde el sol a 300 mil kilómetros por segundo.
Camino descalzo en la arena, joya afinada y refinada por el vaiven de las olas, del viento y el tiempo.
Fechas,fórmulas,números de tarjetas de crédito se van por la coladera del olvido.
Por lo contrario, estos recuerdos son impermeables al olvido.
martes, 26 de mayo de 2015
Recuerdos y olvidos
Desde temprana edad aparendimos a tener a la inteligencia en
alta estima y a su prima hermana la lógica. La tragedia es que por poco nos
olvidamos que tenemos “memoria”. Gracias a ella podemos saber quién somos pues
no lo olvidamos en el sueño y al despertar sabemos quién somos y cómo encaminar
los pasos.
La memoria ejerce dos movimientos siendo uno para guardar y
el contrario para olvidar. Olvidar es más una dicha y una forma de felicidad a
veces.
Pero hay ciertas contradicciones mortificantes como las
cosas que más deseamos olvidar ¡son las más recordadas! La memoria suele ser
necia pues cuando la llamamos ella voltea para mirar a otro lado. La memoria
suele ser obsesiva para traernos con lujo de detalle todo lo que nos apena y
mortifica y en lo que podríamos tener
gusto y gozar es desaliñada,descuidada y nos deja con la ganas insatisfechas.
El colmo es que la gente sabia de nuestro desierto dice: “el
remedio para los males es olvidarlos pero llegado el momento ¡no recordamos el remedio! Sentirnos por
instantes en el cielo o en el negro infierno es debido a las jugarretas de …la
memoria con sus recuerdos y sus …olvidos.
jueves, 30 de abril de 2015
Ser niño
30 abril , día de los niños |
Entre otras muchas bendiciones que anidan en el alma de los niños -de cualquier edad- está el prodigio de una memoria suave, blanda, esponjosa y perceptiva que casi todo lo registra con lujo de impresiones. Decimos que hemos filmado cada día la película de nuestra vida, pero los niños no recuerdan la película completa sino algunas imágenes instantáneas indelebles y tampoco recuerdan todos los libros que han leído en su vida sino algunos cuentos, algunas breves historias que les cambiaron el corazón y la mirada para mejor. ¡ Feliz día de los niños ¿Las recordamos?
-Inspirado por mis amigos Doisneau,Kundera y Galeano.
viernes, 30 de enero de 2015
Tardes de verano
Las tardes del verano nos regalaban
aguaceros con tremendas gotas salpicantes y marchantes dentro del
caudal y la pendiente de la calle, un ejército de soldaditos. Allá, en el alto cielo los truenos fueron un temido ejército galopante. Un cielo
poblado por ovejas grandes, medianas y pequeñitas que tan pronto llegaban,desaparecían en el
matadero del horizonte. Las tardes del verano, un libro abierto sobre el breve
tiempo, la breve vida –con ese agridulce inconfundible.
miércoles, 28 de enero de 2015
Klaus y el tiempo
Mi buen amigo Klaus fue fotógrafo
profesional para una compañía europea de
turismo. Un día nos encontramos en un sendero polvoriento en la cordillera de
los Andes. Me llamó la atención verle sin su pesado y voluminoso equipo. Al
preguntarle al respecto de sus máquinas me dijo: “Viajé por el mundo
fotografiando y algunos me envidiaban ese estilo de vida. Pero al estar tan
atento al trabajo de hacer fotografías perfectas dejé de contemplar las
maravillas del mundo. Me he jubilado , he vendido mi equipo y ahora sigo
viajando con los ojos bien abiertos y es un regalo del cielo aprender a
contemplar ,pues del simple mirar me cansé. Mis mejores fotos se han vuelto amarillentas pero las que guardo en el corazón
están vivas ,frescas y van conmigo”. Misteriosa afición de los humanos el
intento de perpetuar la mirada en el papel -sabiendo que es sólo por un rato, pues el
tiempo se encarga, sin prisa y sin pausa, de borrar todo -como el viento borra las pisadas humanas en
la arena. Al recordar mi encuentro con
Klaus, viene a mi, un hondo texto de José Emilio llamado:
Imagen
La foto queda
allí. Detuvo un segundo.
Se convirtió
en pasado en el mismo instante.
El oleaje del
tiempo no cesa nunca.
La vejez nos
distancia a cada minuto
de la imagen
inmóvil donde quien fuimos
observa fiel
al muerto que seremos.
José Emilio Pacheco, La Arena Errante. FCE. México,
2014
martes, 18 de noviembre de 2014
Dos reinos
En nuestro mundo habitan dos reinos distantes y extraños el uno para el otro. Es el reino de la memoria y el reino de la desmemoria. Los primeros guardan papelitos,apuntan nombres de calles y números, pesas medidas dimensiones, bytes, gigas, fechas de cumpleaños, talla del saco y su número de pasaporte. El otro reino no sabe dónde dejó las llaves, se queda en blanco recordando un nombre, la calle, el cumpleaños y es incapaz de hacer una multiplicación mental pues nunca aprendió la tabla del 7. No le preguntes donde queda la panadería o el café pues te dará señas para , de seguro, no llegar pues le da igual una calle que una avenida y un boulevard que un callejón. Mientras la tecnología está obsesionada en construir aparatos de memoria cada vez más descomunal y nos seduce con los terabytes, otros seres no encontramos las llaves de casa y se nos hace tarde sin poder salir de casa. Una amiga italiana Dacia Maraini, sabedora de estos reinos, escribió hermosamente: Mi falta de memoria es rechazo de la historia. Me pierdo a mí misma, sin recordar ni cómo , ni cuando me perdí...
. Inspirado por Dacia Maraini,Falta de Memoria.
miércoles, 29 de octubre de 2014
Instantes
No se recuerdan los días, se recuerdan los momentos, dijo el querido Cesare Pavese. Cada vez que preparo el equipaje e inicio un viaje, al volver a casa, quedan en mi memoria instantes -que son las cumbres de esa hermosa cadena montañosa que es todo viaje con sus días,sus gentes y paisajes humanos y naturales inolvidables. Al final de la vida eso nos llevaremos...instantes.
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