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miércoles, 28 de enero de 2015

Klaus y el tiempo



Mi buen amigo Klaus fue fotógrafo profesional  para una compañía europea de turismo. Un día nos encontramos en un sendero polvoriento en la cordillera de los Andes. Me llamó la atención verle sin su pesado y voluminoso equipo. Al preguntarle al respecto de sus máquinas me dijo: “Viajé por el mundo fotografiando y algunos me envidiaban ese estilo de vida. Pero al estar tan atento al trabajo de hacer fotografías perfectas dejé de contemplar las maravillas del mundo. Me he jubilado , he vendido mi equipo y ahora sigo viajando con los ojos bien abiertos y es un regalo del cielo aprender a contemplar ,pues del simple mirar me cansé. Mis mejores fotos se han vuelto amarillentas pero las que guardo en el corazón están vivas ,frescas y van conmigo”. Misteriosa afición de los humanos el intento de perpetuar la mirada en el papel  -sabiendo que es sólo por un rato, pues el tiempo se encarga, sin prisa y sin pausa, de borrar todo  -como el viento borra las pisadas humanas en la arena. Al  recordar mi encuentro con Klaus, viene a mi, un hondo texto de José Emilio llamado:
Imagen
La foto queda allí. Detuvo un segundo.
Se convirtió en pasado en el mismo instante.
El oleaje del tiempo no cesa nunca.
La vejez nos distancia a cada minuto
de la imagen inmóvil donde quien fuimos
observa fiel al muerto que seremos.

José Emilio Pacheco, La Arena Errante. FCE. México, 2014



domingo, 16 de noviembre de 2014

Otoñal

Algunas bellezas de la natura  como una ola que revienta ,el arco iris, la puesta del sol o la salida del sol son fugaces notoriamente. Su magnificencia esta unida a la fugacidad. Ahora estamos en el otoño boreal . Cuando pronunciamos la palabra otoño  pensamos en colorido y en hojas que vuelan. Ambos rasgos son correctos.Mi querido U.Eco anotó en su libreta: Nada es más fugaz que la forma exterior, que se marchita y se altera como las flores del campo en la aparición de otoño. El otoño de la natura es el espejo en el que nos vemos todos los seres vivos pues tarde o temprano llegaremos a vivir esa etapa de la vida  -llena de color y de graneros llenos de los sembrado en la vida.


miércoles, 15 de octubre de 2014

Todo y nada

WZ/GPH
Una de las fantasías más comunes en este mundo de humanos es creernos dueño de casi todo.De ahí nació la propiedad privada  tan reverenciada y deseada por unos . De ahí nació la propiedad privada  odiada para otros.Pero cuando me detengo,respiro y tomo distancia de este tema puedo percibirlo con un dejo, con un guiño de humor y aparece ante mí la luminosa postura de mi querida Zsymborska cuando en su Cracovia escribió: Todo es mío y nada me pertenece, nada pertenece a la memoria, todo es mío mientras lo contemplo. Gran verdad comprobada en cada minuto que se va un ser humano de este mundo tan desnudo como llegó a él. El instante gozoso de ver al hornero en una ramita, contemplar cómo revienta la ola y se doblega ante la arena y el arco iris aparece después de la caída de los copos de nieve,todo es mío mientras lo contemplo pero tampoco soy dueño de mi memoria y ella es tan fugaz como el hornero en la ramita.Hoy está,mañana quién sabe a dónde volará.Así,la memoria y todo eso que llamo mío.Sonrío.

viernes, 16 de mayo de 2014

Brillo y ocaso




GPH
Para los habitantes de nuestro desierto  -desde tiempo inmemorial-  qué pudo haber sido más grande que el sol en el día y la luna con su estela de luces en la noche. Dos lámparas maravillosas, una para el día y otra para noche. El Sol en su brevedad de palabra, todo lo dice. Lo tomaron por sagrado y divino, se postraron bajo su luz, le agradecieron por la vida. Sin embargo, tanta grandeza fue desconcertante y llena de perplejidad pues pasadas unas horas sucedía algo impresionante que llevó a que nuestros antepasados dijeran reverentes: Cada sol,por más imponente, tiene su ocaso. Y lo que vale para la natura, vale para la cultura. Ningún ser humano que haya brillado por su bondad, ciencia, humildad, poder ,sabiduría ,crueldad o santidad se ha quedado en el mundo sin vivir su …ocaso.


miércoles, 25 de septiembre de 2013

En el río

A lo largo del camino, de la navegación en esta vida unos y otros de cuando en cuando recibimos algunos regalos. Suelen ser llamados iluminaciones, revelaciones, comprensiones súbitas, inspiraciones repentinas. Sin embargo suele ser que los seres humanos llegamos al mismo destino por diversos caminos y descubrimos, con alegría, que hay coincidencias luminosas en el pensar,sentir e imaginar. El buen José Hierro me regaló una coincidencia de parentesco heraclitiano : Nunca podrás mojar tu pie en el río en que ayer lo mojaste. 

jueves, 14 de marzo de 2013

Tres cosas que no vuelven





A los seres humanos  nos suele preocupar la permanencia, la duración de lo que tenemos, poseemos, adquirimos y particularmente de aquellos objetos tangibles que se consideran caros, valiosos, antigüos,etc.  Por otro lado están los seres intangibles  que tienen como rasgo en común la transitoriedad, la radical fugacidad  y por esas consideraciones,     Hay tres cosas en la vida que se van y no regresan jamás: las palabras, el tiempo, y las oportunidades., según pude leer en un letrero a la entrada de un viejo hospital.


lunes, 28 de enero de 2013

Eternamente






Algo notable en la manera humana de comunicarnos es el uso generoso de aumentativos o diminutivos  -el uso del muy, del mucho, muchas veces, mil veces,etc.  Sabemos que el lenguaje no es neutro ni en lo que trasmite como concepto ni en el nivel de vibración respecto de los sentimientos y emociones humanas. Dicho más sencillamente ,el lenguaje conmueve, moviliza, aterroriza, asusta o deleita y nos hace gozar e imaginar. En torno a las percepciones que llamamos pesimistas u optimistas hay una que por su sencillez la he adaptado como parte de mi vida y recurro a ella cuando algo de lo que se cierne sobre nuestra condición humana nos amenaza: Nunca llueve Eternamente. Todo, absolutamente todo lo que llamamos desastroso, terrible, tiene su tiempo de paso por el mundo…pero también el gozo, el placer la gloria, el triunfo y el éxito. Tres palabras poderosas que me devuelven a la realidad y a la serenidad.[1]





[1] Inspirado por El Cuervo Movie Phrases.


martes, 15 de marzo de 2011

Como peces


En este mundo con escasa o gran erudición los humanos hablamos, opinamos, alabamos y despotricamos sobre ideas, personas y creencias. Los humanos somos dados a establecer nuestros puntos de vista sobre cómo esta y cómo debiera ser nuestra vida social en el mundo. Al mismo tiempo y en la dimensión macro cósmica casi nada sabemos de nuestro origen ni de las medidas y distancias asombrosas de nuestro universo. Allá, arriba, todo nos sobrepasa en su grandeza. Aquí abajo, en la tierra, nos ahogamos en las ansiedades, angustias, enojos y frustraciones de nuestras pobres vidas. Quizá por todo esto es pertinente recordar que un día el buen Einstein detenido ante una pecera se preguntó: ¿Qué conoce un pez acerca del agua en la que nada toda su vida? Así nosotros, ¿qué sabemos de esta vida-pecera en la que transcurrimos por unos momentos…?

jueves, 30 de diciembre de 2010

Periódicos y cartas

De los inventos humanos algunos me despiertan nostalgia mezclada con lástima y compasión. Me refiero a los periódicos y a las cartas. Los periódicos según las circunstancias fueron esperados con ansia y los voceadores o canillitas madrugaban para llevar las noticias a los cuatro puntos cardinales. Saciada la tempranera sed de ingerir las ocho columnas y acercándose el medio día comenzaba la decrepitud del periódico. Para el anochecer el periódico yace envuelto o desparramado como algo incómodo. Al día siguiente se le ve con desdén y al decir de mi querido Saramago sólo sirve para envolver pescado. Con las cartas sucede algo similar. Son imaginadas, escritas prolijamente –ahorrando espacio- y después de su viaje marítimo, aéreo o terrestre llegan a su destinatario .Pasada la emoción o la ansiedad, el buen o mal rato provocado por la portadora comienza el viaje al mundo del silencio y de la oscuridad. Las cartas quedan en cajones, en armarios o baúles, sueltas o atadas, encarpetadas o anilladas y ahí duermen, se tornan amarillas, y viven en un limbo donde ellas saben que nadie se acuerda de su existencia. Pasa, tarde o temprano son presa del aire, de la tierra, del fuego o del agua, de la desmemoria y sólo algunas, muy pocas, se llevan al corazón y se atesoran. Sea como fuere, doy gracias a los periódicos, gracias a las cartas quienes en su efímera vida cumplieron con su destino mercurial entre nosotros.




sábado, 25 de septiembre de 2010

Ansiedad, angustia y alegría, una trilogía

El mundo ha pasado por diversos tipos de sociedad. La sociedad de mediados del siglo 20 y nuestras sociedades del siglo 21 son llamadas sociedades del consumo. Es decir, nuestro modo de pensar, de sentir y el deseo se centran en consumir bienes materiales perecederos desde un rastrillo para rasurarse hasta una casa. Me llamó la atención escuchar una noticia que decía: en Japón, por el amor que se le tiene a la tecnología de vanguardia, una multitud de jóvenes madrugó, formaron largas filas delante de los almacenes que ese día venderían el nuevo iPhone, el nuevo iPad. Esta noticia echa de ver el estado de ansiedad anticipatoria de quienes esperan anhelantes la felicidad de tener en las manos el último grito de la moda. Entrevistados los mismos jóvenes mostraron la angustia de deber y tener que pagar el mentado iPhone el iPad –sumado a tantos otros objetos comprados a plazos- . Hay un tercer actor en la escena y es la felicidad de las compañías farmacéuticas transnacionales quienes venden cantidades impensables de ansiolíticos para calmar la ansiedad que los humanos nos causamos con nuestro modo de de des-vivir. Para no olvidar, es interesante señalar que estados Unidos tiene hoy el 5% de la población mundial pero consume el 50% de todos los antidepresivos que se producen y además consume el 50% de las drogas que circulan en nuestro planeta. La globalización de este estilo de des-vivir nos deja clavada la pregunta sobre la vieja relación que se da entre los costos humanos y los beneficios económicos.