sábado, 25 de septiembre de 2010

Ansiedad, angustia y alegría, una trilogía

El mundo ha pasado por diversos tipos de sociedad. La sociedad de mediados del siglo 20 y nuestras sociedades del siglo 21 son llamadas sociedades del consumo. Es decir, nuestro modo de pensar, de sentir y el deseo se centran en consumir bienes materiales perecederos desde un rastrillo para rasurarse hasta una casa. Me llamó la atención escuchar una noticia que decía: en Japón, por el amor que se le tiene a la tecnología de vanguardia, una multitud de jóvenes madrugó, formaron largas filas delante de los almacenes que ese día venderían el nuevo iPhone, el nuevo iPad. Esta noticia echa de ver el estado de ansiedad anticipatoria de quienes esperan anhelantes la felicidad de tener en las manos el último grito de la moda. Entrevistados los mismos jóvenes mostraron la angustia de deber y tener que pagar el mentado iPhone el iPad –sumado a tantos otros objetos comprados a plazos- . Hay un tercer actor en la escena y es la felicidad de las compañías farmacéuticas transnacionales quienes venden cantidades impensables de ansiolíticos para calmar la ansiedad que los humanos nos causamos con nuestro modo de de des-vivir. Para no olvidar, es interesante señalar que estados Unidos tiene hoy el 5% de la población mundial pero consume el 50% de todos los antidepresivos que se producen y además consume el 50% de las drogas que circulan en nuestro planeta. La globalización de este estilo de des-vivir nos deja clavada la pregunta sobre la vieja relación que se da entre los costos humanos y los beneficios económicos.





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