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lunes, 2 de diciembre de 2013

Apreciar,valorar




Estar en el mundo es una experiencia donde todas las cosas que nos rodean son mediaciones cuyo sentido último es ayudarnos, auxiliarnos, facilitarnos nuestra tarea de vivir buenamente. Las cosas son puentes que nos llevan a la otra orilla de nuestras realizaciones. Como puentes, son medios y no fines en sí mismas. La relación de los seres humanos con las cosas ha cambiado mucho a lo largo de los siglos. Hemos llegado  al punto donde nos  llamamos la sociedad del consumo -donde vivimos para consumir cosas y hacer de ellas el fin y el sentido de la vida. Este trastoque es de tal magnitud que, las consecuencias son contrarias a lo que uno  se podría imaginar. En lugar de la tan soñada felicidad se tienen cuadros de multitudes humanas ansiosas e infelices. La medicina para este padecer es sencilla y eficaz si la comprendemos con el corazón y desde el fondo de nuestro ser. Se resume, como dijo un amigo tuitero considerando que : Las personas más felices no tienen las mejores cosas, simplemente aprecian y valoran las cosas que tienen.



sábado, 20 de julio de 2013

El plato favorito







¿Cuál es tu plato favorito? Tal y ¿cuánto comerías de Tal? Tal vez hasta tres platos . Bien ,¿podrías imaginar el comer 10 platos  de tu favorito... seguidos? No, imposible, vomitaría. Este dialogo real fue protagonizado por un papá y su niño de 10 años –por cierto, de buen diente. Esta es una clásica proposición que por vía de la exageración nos lleva al absurdo. Lo absurdo es que todo lo bueno y placentero llevado al extremo se convierte en un veneno que siendo auto administrado nos mata. Lo que sucede en el plano individual, el buen Quino lo trasladó al plano social ,en boca de Mafaldita,"Y cuando la sociedad de consumo llegue a la saciedad de consumo... ¿Qué?"  Una pregunta de fondo  - aunque pareciera infantil, ingenua y candorosa-  que previene  del riesgo del consumo por el consumo mismo  -o el consumo que es un medio para vivir, convertido en un fin en sí mismo - que genera paradójicamente, el vacío existencial o la vivencia de una vida vacía y carente de significado.




lunes, 15 de abril de 2013

Los cambios ,las huellas







Cuando pasa un pájaro cruzando el aire, pasa el pájaro, miramos, y no vemos ningún cambio, pero el estado del aire no es el mismo que era antes …así decía José Luis Sampedro para invitarnos a considerar que todos los seres humanos dejamos huellas, es inevitable. Que nuestras huellas sean pequeñas o grandes, superficiales o profundas es cosa de verse pero siempre las dejamos. Así pues, para la transformación de este mundo que parece que sólo es un mercado -donde lo que importa es producir mucho para consumir mucho-   hemos de dejar huellas en otra dirección, como aprender el arte de convivir pacíficamente los seres humanos.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Ansiedad, angustia y alegría, una trilogía

El mundo ha pasado por diversos tipos de sociedad. La sociedad de mediados del siglo 20 y nuestras sociedades del siglo 21 son llamadas sociedades del consumo. Es decir, nuestro modo de pensar, de sentir y el deseo se centran en consumir bienes materiales perecederos desde un rastrillo para rasurarse hasta una casa. Me llamó la atención escuchar una noticia que decía: en Japón, por el amor que se le tiene a la tecnología de vanguardia, una multitud de jóvenes madrugó, formaron largas filas delante de los almacenes que ese día venderían el nuevo iPhone, el nuevo iPad. Esta noticia echa de ver el estado de ansiedad anticipatoria de quienes esperan anhelantes la felicidad de tener en las manos el último grito de la moda. Entrevistados los mismos jóvenes mostraron la angustia de deber y tener que pagar el mentado iPhone el iPad –sumado a tantos otros objetos comprados a plazos- . Hay un tercer actor en la escena y es la felicidad de las compañías farmacéuticas transnacionales quienes venden cantidades impensables de ansiolíticos para calmar la ansiedad que los humanos nos causamos con nuestro modo de de des-vivir. Para no olvidar, es interesante señalar que estados Unidos tiene hoy el 5% de la población mundial pero consume el 50% de todos los antidepresivos que se producen y además consume el 50% de las drogas que circulan en nuestro planeta. La globalización de este estilo de des-vivir nos deja clavada la pregunta sobre la vieja relación que se da entre los costos humanos y los beneficios económicos.





lunes, 3 de mayo de 2010

¿De qué se alimenta el amor?

Los humanos nos alimentamos con carnes, frutas, verduras, cereales, lácteos, menestras y gracias a ello estamos en la vida. ¿De qué se alimenta el amor humano? Para unos y para otros la lista de los nutrientes del amor varía mucho y no es tan clara y precisa como los alimentos para el cuerpo. Sucede que entre los nutrientes del amor están los regalos. Si se trata de los regalos hay dos tipos. El primero es lo que nos ofrece la naturaleza a manos llenas: el sol y la luna, el amanecer y el atardecer. El segundo, trata de objetos hechos por los seres humanos. Para algunas personas hay formas clásicas de expresar el amor como son los clásicos chocolates, las flores, las canciones y sobre todo, las joyas. Llegado a este punto fui encontrado por un viejo libro de proverbios ingleses y el primero de la lista fue éste: El amor que se alimenta sólo de regalos siempre tiene hambre. Este viejo proverbio se adelantó a lo que es el corazón de nuestro tiempo: el consumo, insaciable, de bienes.