Mostrando entradas con la etiqueta Cartas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cartas. Mostrar todas las entradas

miércoles, 8 de abril de 2015

La diferencia




La diferencia entre lo que se llama literatura y lo que no es reside en las tripas. Así concluimos después de escuchar a un padre que  le escribió a su hijo que intentaba ser escritor. El padre propuso este ejemplo a su hijo:  "imagínate que un delincuente común y corriente semi analfabeto le escribe, a través de un escribano en una plaza , una carta de amor a su novia. Le diría frases del montón, frases hechas y nos despertarían un sonrisa.Pero si el desdichado hombre comete un grave delito y está condenado a muerte y le escribe con la tripas del alma  una carta a su novia la noche de su ejecución entonces, lo que leeremos  es gran literatura,esa que toca el corazón humano". Si queremos comprobación ,recordemos tres obras que sean gran literatura y encontraremos el hilo conductor  que comunica a la razón con el corazón.

.inspirado por Naipaul.



jueves, 30 de diciembre de 2010

Periódicos y cartas

De los inventos humanos algunos me despiertan nostalgia mezclada con lástima y compasión. Me refiero a los periódicos y a las cartas. Los periódicos según las circunstancias fueron esperados con ansia y los voceadores o canillitas madrugaban para llevar las noticias a los cuatro puntos cardinales. Saciada la tempranera sed de ingerir las ocho columnas y acercándose el medio día comenzaba la decrepitud del periódico. Para el anochecer el periódico yace envuelto o desparramado como algo incómodo. Al día siguiente se le ve con desdén y al decir de mi querido Saramago sólo sirve para envolver pescado. Con las cartas sucede algo similar. Son imaginadas, escritas prolijamente –ahorrando espacio- y después de su viaje marítimo, aéreo o terrestre llegan a su destinatario .Pasada la emoción o la ansiedad, el buen o mal rato provocado por la portadora comienza el viaje al mundo del silencio y de la oscuridad. Las cartas quedan en cajones, en armarios o baúles, sueltas o atadas, encarpetadas o anilladas y ahí duermen, se tornan amarillas, y viven en un limbo donde ellas saben que nadie se acuerda de su existencia. Pasa, tarde o temprano son presa del aire, de la tierra, del fuego o del agua, de la desmemoria y sólo algunas, muy pocas, se llevan al corazón y se atesoran. Sea como fuere, doy gracias a los periódicos, gracias a las cartas quienes en su efímera vida cumplieron con su destino mercurial entre nosotros.




viernes, 17 de diciembre de 2010

Vivir a fondo

Pareciera que la vida es sólo eso, vida. Pero el simple nombre no nos satisface. Releyendo una carta de Julio Cortázar fui encontrado por una peculiar nomenclatura de cartas que por el mundo vuelan, se posan, pasan al fuego, se convierten en ceniza pero en su origen fueron cartas parnasianas, cartas impersonales, o cartas de hombres que vivieron la vida a fondo. ¿De qué otra forma se puede vivir la vida? Se antoja pensar que en este mundo hay vidas vividas, por lo contrario, en la superficie. Así pues vivir a fondo, tocar fondo, ir al fondo, ahondar en lo profundo, son expresiones, son invitaciones para observar y valorar la preciada vida humana.




jueves, 2 de diciembre de 2010

Cartas

El correo nació cuando los seres humanos se dispersaron por el globo terráqueo y sintieron la necesidad de comunicarse. Desde entonces está el correo entre nosotros y los carteros o mensajeros y las cartas –entendida sea la espléndida evolución de sus formas, presentaciones etc. Entre los variados tipos de cartas que trasmiten órdenes, noticias, condolencias, felicitaciones, intrigas, anuncios y denuncias…hay una carta que me ha sido querida y guarda coincidencia con lo que Julio Cortázar decía: mis cartas son cartas-rio. Cartas fluidas, abundantes y amorosas para los seres queridos donde uno se explaya y fluye plácidamente sin escatimar las frases los comentarios y las anotaciones. Siguiendo con la metáfora acuática, hay cartas por goteo, cartas chubasco, cartas fina-niebla, cartas llovizna. Sin duda que las cartas ahora son instantáneas, electrónicas vía la Internet pero siguen siendo cartas y siguen despertando en nuestra alma similares sensaciones acuáticas.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Pese a todo

El y Ella se conocieron en Europa en una universidad. El formó parte de la resistencia antifascista. Ella regresó a América, Se casó, tuvo tres hijos. Su hombre la dejó, una noche, con los tres pequeños. Él le enviaba a ella una sentida carta cada año y así fue durante 25 años. Terminada la crianza y educación de los tres hijos ella hizo un viaje a Europa y quedaron de reencontrarse en la misma banca, del mismo patio, de la misma universidad donde se conocieron cuando el reloj de la torre diera las 12 del medio día. Así sucedió. Cada cual llevó un mínimo regalo sin ponerse de acuerdo. Ella puso en manos de Él, un pequeño texto escrito de su puño y letra -citando a un poeta- que decía así:

“…Cuando aún no había flores en las sendas
porque las sendas no eran ni las flores estaban;
cuando azul no era el cielo ni rojas las hormigas,
ya éramos tú y yo"

[1] Poema de amorosa raíz. Alí Chumacero 1918 Acaponeta,Nayarit - 2010 México DF

miércoles, 21 de julio de 2010

Despedirse

Ls formas de despedirse en una carta han cambiado sin duda. Desde el lejano su Atto. y s.s -para la generación de ahora- traduciré: Su atento y seguro servidor, hasta los manoseados ¡Hasta la vista!, ¡Nos vemos! etc. Hoy, en el lenguaje de los teléfonos portátiles o celulares como en los correos de la internet está de moda el traído y llevado,TQM o tqm para distinguir si el extrañar-te es grande o pequeño, intenso o sutil. Sin embargo, todo lo que se usa y se abusa se desgasta y se convierte en algo vacío. Por eso me gusta variar y encontré por ahí que un amigo le decía a su amiga: ya estuvo bien del TQM: Por eso mejor: mi corazón se entrega a tus hábiles manos como un nudo, como polvo.