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jueves, 2 de diciembre de 2010

Cartas

El correo nació cuando los seres humanos se dispersaron por el globo terráqueo y sintieron la necesidad de comunicarse. Desde entonces está el correo entre nosotros y los carteros o mensajeros y las cartas –entendida sea la espléndida evolución de sus formas, presentaciones etc. Entre los variados tipos de cartas que trasmiten órdenes, noticias, condolencias, felicitaciones, intrigas, anuncios y denuncias…hay una carta que me ha sido querida y guarda coincidencia con lo que Julio Cortázar decía: mis cartas son cartas-rio. Cartas fluidas, abundantes y amorosas para los seres queridos donde uno se explaya y fluye plácidamente sin escatimar las frases los comentarios y las anotaciones. Siguiendo con la metáfora acuática, hay cartas por goteo, cartas chubasco, cartas fina-niebla, cartas llovizna. Sin duda que las cartas ahora son instantáneas, electrónicas vía la Internet pero siguen siendo cartas y siguen despertando en nuestra alma similares sensaciones acuáticas.

viernes, 2 de abril de 2010

Que cargue la nube…

Vivir en el desierto requiere ir con los tiempos pues en ellos nos movemos y existimos. El amanecer, los vientos, la luz, son los mensajeros que nos traen las voces y susurros del agua. Si en otras partes la gente del campo dice: Esperemos que carguen los arroyos...aquí n nuestro desierto que somos escasos en arroyos de aguas claras decimos: Esperemos que cargue la nube. Nuestro pan viene literalmente del cielo. Cuando carga la nube se mojan los llanos y la espiga se carga porque esa agua del cielo cae en buenas manos como se sabe , por siglos y siglos. Si esto sucede en el cielo, nuestros días en la tierra están bajo la huella de la espera que nos desespera…