viernes, 2 de abril de 2010

Que cargue la nube…

Vivir en el desierto requiere ir con los tiempos pues en ellos nos movemos y existimos. El amanecer, los vientos, la luz, son los mensajeros que nos traen las voces y susurros del agua. Si en otras partes la gente del campo dice: Esperemos que carguen los arroyos...aquí n nuestro desierto que somos escasos en arroyos de aguas claras decimos: Esperemos que cargue la nube. Nuestro pan viene literalmente del cielo. Cuando carga la nube se mojan los llanos y la espiga se carga porque esa agua del cielo cae en buenas manos como se sabe , por siglos y siglos. Si esto sucede en el cielo, nuestros días en la tierra están bajo la huella de la espera que nos desespera…


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