Estamos acostumbrados a ver lo que vemos
hoy, al niño lo vemos niño
hoy, al viejo lo vemos viejo
Un día aprendí a ver al niño que fue el viejo
un día aprendí a ver al viejo que vive en el niño
La nube hermosa que veo hoy, me dice de la primera nube que nació en el mundo
El pino hermoso que veo hoy, me dice del primer pino que nació en el mundo.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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jueves, 6 de octubre de 2016
miércoles, 28 de enero de 2015
Klaus y el tiempo
Mi buen amigo Klaus fue fotógrafo
profesional para una compañía europea de
turismo. Un día nos encontramos en un sendero polvoriento en la cordillera de
los Andes. Me llamó la atención verle sin su pesado y voluminoso equipo. Al
preguntarle al respecto de sus máquinas me dijo: “Viajé por el mundo
fotografiando y algunos me envidiaban ese estilo de vida. Pero al estar tan
atento al trabajo de hacer fotografías perfectas dejé de contemplar las
maravillas del mundo. Me he jubilado , he vendido mi equipo y ahora sigo
viajando con los ojos bien abiertos y es un regalo del cielo aprender a
contemplar ,pues del simple mirar me cansé. Mis mejores fotos se han vuelto amarillentas pero las que guardo en el corazón
están vivas ,frescas y van conmigo”. Misteriosa afición de los humanos el
intento de perpetuar la mirada en el papel -sabiendo que es sólo por un rato, pues el
tiempo se encarga, sin prisa y sin pausa, de borrar todo -como el viento borra las pisadas humanas en
la arena. Al recordar mi encuentro con
Klaus, viene a mi, un hondo texto de José Emilio llamado:
Imagen
La foto queda
allí. Detuvo un segundo.
Se convirtió
en pasado en el mismo instante.
El oleaje del
tiempo no cesa nunca.
La vejez nos
distancia a cada minuto
de la imagen
inmóvil donde quien fuimos
observa fiel
al muerto que seremos.
José Emilio Pacheco, La Arena Errante. FCE. México,
2014
miércoles, 15 de octubre de 2014
Todo y nada
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WZ/GPH |
sábado, 17 de mayo de 2014
El cielo y la tierra
GPH |
domingo, 22 de diciembre de 2013
Contemplaciones, explicaciones
El niño contempla el mar, por primera vez.
¡Papá las nubes se han caído!
¿Cómo?
Sí, por eso hay mar.
Días después.
¡Papá el mar se ha elevado por los cielos!
¿Cómo?
Sí, el cielo está lleno de nubes.
¡Papá las nubes se han caído!
¿Cómo?
Sí, por eso hay mar.
Días después.
¡Papá el mar se ha elevado por los cielos!
¿Cómo?
Sí, el cielo está lleno de nubes.
sábado, 7 de diciembre de 2013
Desierto otoñal
Bien visto y
contemplado nuestro amado desierto es un libro abierto, una paleta de colores,
una sinfonía concertante, un andante cantábile, un oleaje infinito de arenas trashumantes.
Siempre diferente, siempre nuevo y sorprendente. No hay un día igual a otro,
desde que el mundo comenzó a girar y el desierto da cuenta de ello. Ahora, los
días son brevísimos y una tibia y tímida luz nos arropa para dejar el paso a
largas horas de cielos estrellados y el manto del frío ártico se pasea en nuestros
llanos. Estamos en el final del otoño. ¿Cómo es el otoño en nuestro amado
desierto? El otoño es una segunda primavera en que cada hoja es una flor -dijo ese gran amante del desierto,
Albert Camus.
viernes, 19 de abril de 2013
Un dilema
Una característica especial de los seres
humanos es que de cuando en cuando nos vemos sumidos en una situación dominada
por el dilema. Una situación que hace
difícil decidirse entre A y B, entre esto
y aquello. En el hermoso librito titulado Los Cantos del Pequeño Paraíso
descubrí esta joya:
La flor
de la copa del
árbol
¿la cortaré o la
dejaré allí
para
contemplarla?
La sabiduría del poeta desliza ante
nosotros la consideración de este dilema -que no solo se aplica al mundo de las
flores sino a nuestras relaciones interpersonales. Hay una invitación
explícita para que meditemos en la fuerza de los verbos cortar y contemplar. Todo
suele tener su pro y contra y un sentido velado que espera que lo de-velemos.
martes, 19 de febrero de 2013
Perspectiva y tiempo
Cuando estoy de pie junto a un altísimo edificio o rascacielos no puedo
ver la cumbre o punta. Cuando estoy al pie
de un árbol no puedo ver el punto mas alto de su copa. Cuando estoy al pie de
un faro marino no puedo ver la plenitud del brillo de su lámpara. En los tres
casos necesito tomar una distancia suficiente
para e ver el edificio, el árbol y el faro completo y apreciarlos en su
dimensión de plenitud. De manera similar sucede con cada instante vivido. No puedo percibir su sentido pleno
,completo. Necesito del tiempo. El tiempo me da la perspectiva plena y completa
del significado de los instantes vividos.
De tanto en tanto, es bueno detenerse y contemplar lo andando en la vida
y se nos revelará el sentido de cada instante, su origen y las consecuencias
que se derivaron. Un amigo me dijo: No
entendemos el valor de los momentos, hasta que se han convertido en recuerdos.[1]
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Mostrar
Julio le escribió a su querida amiga María y le mostró con palabras lo siguiente: “Quisiera poder mostrarte, por ejemplo, un atardecer en el Pont du Carroussel. Venía del Louvre con una amiga, y nos paramos a mirar Notre-Dame, lejana, entre una bruma azul.Entonces, en menos de un minuto, ocurrió el milagro, la locura absoluta. Los faroles de gas se encendieron de golpe, y la piedra de los pretiles, yo no sé por qué mezcla de aire y luz, se puso intensamente rosa. Nosotros la mirábamos mudos. Entonces vimos que la proa de la Cité y las torres lejanas habían pasado instantáneamente a un violeta profundo, ya la vez el río estaba verde, un verde lleno de oro. Yo cerré los ojos, desesperado al comprender que eso no podía durar, que esa cosa veneciana iba a degradar instantáneamente a perderse…pero duró, dos o tres minutos, el tiempo de ver subir las primeras estrellas. Nos fuimos de allí sin poder hablar, demasiado felices para decir que lo éramos”. Me asombra ese detenerse en medio de un puente suspendido sobre la nada para contemplar. Me asombra que uno llegue al lugar adecuado en el momento preciso y a eso le llamamos milagro. Los milagros nos dejan mudos. Unos de los milagros que se derraman sobre el mundo es el rosicler vespertino que suaviza a las tristezas, dolores y nostalgias humanas. Hay una cierta y precisa desesperanza al constatar que todo, comenzando por lo más hermoso es breve, fugaz, transitorio.Estamos ante la impermanencia búdica que en su brevedad nos devela el gozo de lo sublime. Lo sublime no necesita de palabras sino de silencio compartido en una silenciosa complicidad para toda la vida.
-Maria Jonquiéres de Buenos Aires
lunes, 15 de marzo de 2010
Gorrioncito
¿Que es la fotografía? Cada vez que me pregunto suelo darme una respuesta nueva. Por ejemplo: detener el tiempo, no cambiar el curso de las cosas. Fotografiar es contener la respiración, por un instante, que puede vivirse como una eternidad como al ver a un gorrioncito que camina con sus patitas mojadas en la terraza de madera junto a mi refugio. Al traer sus patitas mojadas y dejar sus huellas puedo imaginar que estuvo bebiendo en un charco, que se mojó en la lluvia cercana. Puedo imaginar que en el instante de contemplarlo él también me ve que lo veo. Puedo imaginar que levantará su vuelo y su presencia quedará en mí y yo en él. El poeta Shiki dejó escrito lo siguiente:
Andando con sus patitas mojadas,
el gorrión
por la terraza de madera…
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