Cada pueblo tiene sus predilecciones. Japon tiene en alta estima a la naturaleza y el ciclo eterno de sus estaciones . La primavera es un acontecimiento anhelado y disfrutado minuto a minuto cuando los cerezos florecen. Multitudes van a contemplarlos en su esplendor y pasan un día de campo inolvidable de regocijo. Sólo una semana dura esa gloria de los cerezos. La evanescencia es el corazón de esa admiración. Esperan un año para recordar puntualmente que todo dura un parpadeo. Ahí reside la belleza de la vida. En otra escala, cada vida humana es tan evanescente como la flor del cerezo cuando la contrastamos con los 13,400 millones de años que el universo lleva en sus espaldas.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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sábado, 11 de julio de 2015
martes, 17 de febrero de 2015
Una visita esperada
La historia de la natura es de visitantes y visitados.
Llega la primavera y cubre al invierno con su color,aroma,dulzura.
La primavera, sentida como luz del cielo, dicen que es el festivo `manuscrito` de Dios.
sábado, 7 de diciembre de 2013
Desierto otoñal
Bien visto y
contemplado nuestro amado desierto es un libro abierto, una paleta de colores,
una sinfonía concertante, un andante cantábile, un oleaje infinito de arenas trashumantes.
Siempre diferente, siempre nuevo y sorprendente. No hay un día igual a otro,
desde que el mundo comenzó a girar y el desierto da cuenta de ello. Ahora, los
días son brevísimos y una tibia y tímida luz nos arropa para dejar el paso a
largas horas de cielos estrellados y el manto del frío ártico se pasea en nuestros
llanos. Estamos en el final del otoño. ¿Cómo es el otoño en nuestro amado
desierto? El otoño es una segunda primavera en que cada hoja es una flor -dijo ese gran amante del desierto,
Albert Camus.
viernes, 6 de diciembre de 2013
Cambio
La vida es. La naturaleza es. La vida y
la naturaleza siguen su propio sendero. Para comprobarlo veamos las estaciones
del año. Se suceden una a otra y no nos piden permiso. De la misma manera,
sucede con los demás seres humanos, cada cual vive como quiere vivir y no nos
piden permiso. Así que, es hora de comprender el sabio pensar del Mahatma Gandhi
cuando anotó brevísimamente: “Nada ha cambiado excepto mi actitud. Por eso TODO ha
cambiado”.
domingo, 10 de noviembre de 2013
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Nuestra vida en el desierto está poblada por alegrías y penas que derivan
de la experiencia de pasar por la vida, de ver partir a los seres amados y
vivir las cuatro estaciones cíclicas de año.La gente de estas tierras se sabe
interdependiente de los demás vecinos. Para nosotros es natural el vivir con
aquello de hoy por tí, mañana por mí. Esta sabiduría queda plasmada en el dicho
que me compartió una amigo danés hace muchos años: Una alegría compartida se transforma en doble alegría; una pena
compartida, en media pena.[1]
jueves, 27 de junio de 2013
Arde
El amor no tiene una estación como
algunos creen .El amor para ser amor es un ser para todas las estaciones. Quizá
por ello tuve la fortuna de ser encontrado por una vieja pared portadora de dos líneas escritas por el buen
Antonio Gala -que una mano generosa
copió para todos nosotros. En estas tardes
en nuestro desierto sumergido en el verano abrasador y abrazador lei: No finjas más, no ocultes la excesiva
hambre de mí que te
arde en la mirada. Ecos cordobeses, ecos andaluces, la mirada mora, la
fiebre amorosa.
domingo, 5 de mayo de 2013
Pronto
La alegría y la tristeza, el amor y el
morir se suceden en ciclos que nos
llevan al origen de los tiempos. Ocho veces en el año experimentamos ,en
nuestro desierto, la entrada feliz y la partida de cada estación .Son ocho
recordatorios anuales de una de las verdades centrales de la vida: todo pasa,
todo fluye y hemos de estar abiertos para vivir en ese fluir con ánimo entero y
con el fuego del entusiasmo a pesar de las naturales despedidas. Fue el gran poeta
Matsuo Basho del siglo XVII quien nos
regaló una joya para memorizarla en el corazón: Pronto se va la primavera,
lloran los pájaros y hay lágrimas
en los ojos de
los peces.
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