domingo, 5 de mayo de 2013

Pronto






La alegría y la tristeza, el amor y el morir se suceden en ciclos  que nos llevan al origen de los tiempos. Ocho veces en el año experimentamos ,en nuestro desierto, la entrada feliz y la partida de cada estación .Son ocho recordatorios anuales de una de las verdades centrales de la vida: todo pasa, todo fluye y hemos de estar abiertos para vivir en ese fluir con ánimo entero y con el fuego del entusiasmo a pesar de  las naturales despedidas. Fue el gran poeta Matsuo Basho del siglo XVII quien  nos regaló una joya para memorizarla en el corazón: Pronto se va la primavera,
lloran los pájaros y hay lágrimas
 en los ojos de los peces.
             



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