viernes, 16 de mayo de 2014

Brillo y ocaso




GPH
Para los habitantes de nuestro desierto  -desde tiempo inmemorial-  qué pudo haber sido más grande que el sol en el día y la luna con su estela de luces en la noche. Dos lámparas maravillosas, una para el día y otra para noche. El Sol en su brevedad de palabra, todo lo dice. Lo tomaron por sagrado y divino, se postraron bajo su luz, le agradecieron por la vida. Sin embargo, tanta grandeza fue desconcertante y llena de perplejidad pues pasadas unas horas sucedía algo impresionante que llevó a que nuestros antepasados dijeran reverentes: Cada sol,por más imponente, tiene su ocaso. Y lo que vale para la natura, vale para la cultura. Ningún ser humano que haya brillado por su bondad, ciencia, humildad, poder ,sabiduría ,crueldad o santidad se ha quedado en el mundo sin vivir su …ocaso.


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