martes, 10 de septiembre de 2013

Alegría…interior




Cerro Colorado, Córdoba
Hay reinos conocidos ,visitados a menudo, frecuentados por multitudes humanas .Se llama el reino de la alegría que pareciera sólo vivir en el circo, el estadio, el restaurante, frente al televisor o como se suele decir ‘cuando se va de compras’. Del otro reino se habla poco, tiene pocos visitantes, es casi desconocido y se llama el reino de la alegría interior. Nada tiene que ver con la carcajada, la risotada y el grito, sino con la discreta, aromática, sentida  vida y el gozo. Uno de mi queridos amigos José Hierro[1] apuntó en un cuaderno una indeleble iluminación: Alegría interior. En mí la siento aunque se esconde. Moja
 mis oscuros caminos interiores.
Quién sabe cuántos mágicos rumores 
sobre el sombrío corazón deshoja (…) Sé que no ha muerto, porque vivo (…)  Dirán que he muerto, y yo no muero. ¿Cómo
 podría ser así, decidme, dónde
 podría ella reinar si yo muriera?







[1] De "Alegría" 1947

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