Los seres humanos viajamos por necesidades específicas como el trabajo,la salud o forzadamente como en la guerra y el exilio. Hay viajes llevados por las alas de otros vientos como la curiosidad,la aventura,el descubrimiento y el el simple gozo de conocer una parte de nuestro mundo sea en compañía o con uno mismo.Cuenta el cuándo,el cómo se viaja y de ello da cuenta la época del año,el clima,la edad que uno lleva vivida.Viajamos y un día cercano o lejano volvemos al punto de partida o no.Sea como fuere la vida,como viaje, no tiene retorno. Lo cierto es que, en cada viaje descubrimos un panorama cambiado y cambiante ante nuestros sentidos.Sin embargo,la mayor sorpresa es constatar cómo vamos transformándonos mientras viajamos. Según sea la etapa de la vida en la que hacemos el viaje podemos descubrir que la fortaleza y las habilidades abundan en nosotros o que naturalmente comienzan a menguar. En el desierto está escrita la historia viva de todos cuantos lo hemos navegado a lo largo de los siglos y en el atardecer del viaje vemos que ya no somos los mismos.Navegantes en la tierra y en el tiempo que nos transforma.
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