sábado, 11 de enero de 2014

¿Cómo fue?




Cuando la conversación está animada e íntima  los humanos nos preguntamos: ¿Y cómo se conocieron? Mi buena amiga ranchera me contó: 

La noche en que nos conocimos
 yo empecé a perder –la cabeza.
La cerilla explotó
 y me quemó los dedos, 
manché mi blusa con el vino.
Olvidé por completo el nombre 
del mes y del día.[1] No hay duda y se confirma que, cuando algo bueno comienza la cordura se retira y amanece una hermosa locura que nos hace perder la noción del tiempo y otras cosas.








[1] Inspirado por C.Peri Rosi.

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