miércoles, 30 de abril de 2014

Vigilantes

GPH
Entre las cosas preciadas de nuestros rancheros del desierto está el caballo, sus animales y las herramientas. Desde tiempo inmemorial esta austera vida tiene en aprecio estas pertenencias indispensables. Así que, unido a ello, está la    
actitud vigilante  pues desde que el ser humano habita en este mundo hay ladrones, amigos de lo ajeno. Ante esta realidad la actitud vigilante se aprende de hijos a padres y se resume en esta advertencia:    Los ladrones tendrán tiempo para descansar; los vigilantes jamás.

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