Podemos hacer un mapa de la vida de acuerdo con los olores emblemáticos que la han poblado. Además de nuestra propia casa descubrimos que en la casa grande llamada ciudad hay olores inconfundibles como el del aula en el primer día de clases con un pizarrón recién pintado y los cuadernos y útiles nuevos. ¡Ese olor a tinta ,papel y pintura! El olor del hospital mezcla de formol y antisépticos y el kreso en los baños. Muy cerca esta el olor del subte como le dicen en Buenos Aires -contracción de subterráneo.Una suma de olores mezcla de aire denso con aceites y grasa que chorrean de las ruedas. Al olor se le suma esa oscura profundidad interminable que alternadamente se ilumina de rojo o verde para anunciar la llegada y partida del subte.Oscuridad como boca de lobo para cualquier niño que osa descender a la entraña de la tierra.Los viajes me han mostrado que cada ciudad tiene un olor característico. Así , unas ciudades huelen a viejo y otras a pescado, como hay otras,tan modernas y desodorizadas, que parecen sin vida.
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