Diciembre se caracteriza por el empleo predominante del color verde y el color rojo así como luces eléctricas de variados colores . A lo largo de diez siglos la iluminación de diciembre y del pesebre de la Natividad fue con velas y lámparas de aceite. Los colores predilectos son el verde, recordando a los pinos, cipreses y abetos así como el rojo por los frutos de la estación invernal. La presencia de los toques dorados aluden al valor y al resplandor de la Natividad. La profusión de las luces de colores es un recuerdo de que el Niño recién nacido vino para ser la Luz que brilla en medio de las tinieblas -Lux in tenebris lucet- Las luces y colores de diciembre aspiran a estar presente en cada día de nuestra vida hasta completar nuestro camino.
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