domingo, 20 de junio de 2010

Sólo unas gotas de agua

Vivimos en el mundo físico que nos ha tocado, en un tiempo hemos nacido y no en otro. Son dos elementos indispensables: tiempo y espacio. ¿Cómo vivimos en este mundo, que deseos albergamos en nuestro ser? Ese es otro cantar. Cada cual se imagina la vida que desea y desea la vida que imagina. Sucede de pronto que, como decía un viejo sabio en el desierto: Tu mundo, es tu creación. El mundo natural es de todos. Igual que la araña teje su propia tela así nosotros tejemos la tela de nuestra vida. A veces esa tela es la propia trampa de la que no nos podemos salir. Algunos seres tejen la tela que los atrapa y su tela se llama deseo, sí, deseo de poder, dinero y hasta el deseo del paraíso. Nuestro mundo interior no cesa de desear y desear y por tanto desear mirando al futuro…se nos escapa de las manos, el presente que calma la sed. Se nos escapa el presente y eso nos hace sentirnos como peces fuera del agua. Por eso en el desierto apreciamos cada gota de agua –llamada presente- unas cuantas gotas nos bastan. No anhelamos tener el océano con nosotros.

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