Muchas lunas han pasado, tal vez unas 732 sobre mí y me han dejado algunos de sus rayos. Digo hoy: Ya pinto canas. En el desierto navegamos. Durante el día el sol guía nuestros pasos. De noche son las lunas quienes cuidan nuestros sueños y juegan con nuestros cabellos. Al cabo de tanto juego y rejuego nos llaman pelicanos (1) del desierto.
- Alusión a las aves y al "pelo cano"
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