lunes, 28 de febrero de 2011

Un curioso encanto


La vida humana es un camino donde vivimos diversas etapas, experiencias  que van desde de la abundancia hasta la frugalidad y la simplificación de la vida. El encanto de la vida simple nos aguarda cuando hemos vivido lo que se llama la pérdida, el desapego, la fugacidad y la temporalidad de todo lo hecho por las manos humanas. Llega pues el día en que nos encontramos de cara a lo esencial, a lo frugal y despertamos a un mundo de íntima y sencilla satisfacción. El buen Einstein expresó su propia experiencia con una formulación poética: Una mesa, una silla, un plato con frutas y un violín, ¿que más necesita un hombre para ser feliz? Esa vivencia me recuerda a otra declaración atribuida a Agustín de Hipona: Deseo poco y lo poco que deseo, lo deseo poco. Sea con unas palabras u otras la vivencia es la misma: el encanto de la vida sencilla.


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