El verbo "habitar" nos lleva de la mano a la
experiencia de Vivir, a la Vida. ¿Dónde habitas? Es un ¿Dónde vives? ¿Cómo vives en el
desierto? Nuestros ancestros en estas
tierras fueron nómadas y nosotros somos sedentarios . La derivación de un
estado de vida a otro tiene una larga historia y explicación. Por ahora
recordemos que los padres de nuestros padres vivieron en tiendas nómadas que se
levantaban a la salida del sol se cargaban en uno o varios animales y se
instalaban al ponerse el sol.Esa vida trashumante estuvo ligada a la busqueda
de pastos y agua para sus animales. Cada
día un viaje, y en cada estación una transformación de los ritmos y rituales
debido al paso de días calientes a días fríos y de días breves a noches largas. En la noche les cubrió la
bóveda celeste cuajada de luminarias y de día valoraron ese trozo de tierra
donde vivian efímeramente.Así, establecieron un díalogo perpetuo entre la
tierra y el cielo. De esta cultura del desierto guardo con mucho afecto estas dos
lineas que resumen qué es vivir y cómo se vive : “Mi hogar está alrededor de
una hoguera y mis pastos alrededor de mis caballos” [1]
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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miércoles, 11 de noviembre de 2015
lunes, 28 de febrero de 2011
Un curioso encanto

La vida humana es un camino donde vivimos diversas etapas, experiencias que van desde de la abundancia hasta la frugalidad y la simplificación de la vida. El encanto de la vida simple nos aguarda cuando hemos vivido lo que se llama la pérdida, el desapego, la fugacidad y la temporalidad de todo lo hecho por las manos humanas. Llega pues el día en que nos encontramos de cara a lo esencial, a lo frugal y despertamos a un mundo de íntima y sencilla satisfacción. El buen Einstein expresó su propia experiencia con una formulación poética: Una mesa, una silla, un plato con frutas y un violín, ¿que más necesita un hombre para ser feliz? Esa vivencia me recuerda a otra declaración atribuida a Agustín de Hipona: Deseo poco y lo poco que deseo, lo deseo poco. Sea con unas palabras u otras la vivencia es la misma: el encanto de la vida sencilla.
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