viernes, 8 de abril de 2011

Besos, lágrimas

Nuestra vida oscila entre lo espontaáneo y lo programado. En el terreno de lo programado llegamos a decir cosas curiosas como he programado mi mente para hacer tal cosa, o tengo mi vida programada. Por lo contrario no solemos escuchar expresiones como: mi mente es espontánea y estoy abierto a la sorpresa a lo inesperado. Estos rasgos humanos están emparentados con dos características de  nuestra especie: oscilamos entre un vivir flexible y un vivir rígido o cuadriculado. En el campo de los sentimientos y de las emociones me encanta esta expresión: Los besos son como las lágrimas…los de verdad no se pueden detener.[1]


[1] Leído al vuelo en Twitter

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