Somos
seres diseñados para la acción, para aprender un oficio, ejercer una profesión
, trabajar manualmente o con el intelecto, en las artes y ciencias. Sucede que
cuando la obra está terminada, prácticamente, acontece algún percance. Cuando
emprendemos una obra hemos de contar con las posibles circunstancias adversas
que puedan demorar, impedir y hasta anular nuestro empeño. Esta actitud es
parte de nuestra natural habilidad de previsión que en estos días se llama la
visualización de posibles ‘escenarios’ para los cuales es recomendable contar
con ‘planes emergentes’ que pueden
denominarse A,B,C etcétera. Nuestros
queridos ancestros resumieron en una frase lo que a mi me lleva líneas: ‘Con
la última espiga el dedo se cortó’
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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martes, 20 de octubre de 2015
martes, 7 de julio de 2015
Inesperado
Nuestra vida oscila entre lo que esperamos y lo que llamamos inesperado. Cuando lo esperado llega sentimos una conformidad interior. Cuando lo inesperado nos visita puede levantarse en nosotros grandes olas que nos conmocionan. Lo que se cae,lo que se rompe, lo que se agrieta,lo que se desvanece,lo que nos roban,lo que perdemos es algo del mundo inesperado. Sin embargo hay otros mundos llenos de paz, serenidad y alegría como la descripción de un anciano japonés en el invierno:
En el bosque,
profundamente enterrada en la nieve,
-la noche pasada -
una rama de ciruelo
abrió sus flores.
jueves, 16 de mayo de 2013
Derrepentes
Nuestras vidas están inscritas dentro del concepto y la experiencia de la velocidad y de la lentitud pero también de unas variantes como lo repentino, lo súbito,lo inesperado y lo
que nos acaece de repente. Este mundo del de repente puede cambiar nuestra vida en
cosa de un instante o escasos minutos. ¿No es acaso el encuentro insospechado,
el cruce de miradas…el inicio de una historia que nos invitará a otros mundos y
a otros reinos? Hay un micro texto de nuestro querido Juan Rulfo –Pedro Páramo-
, que me trastorna como el viento juega con los árboles en nuestro desierto. Y de pronto puede tronar el cielo. Caer la
lluvia. Puede venir la primavera. Allí te acostumbrarás a los `derrepentes'; mi
hijo.
jueves, 14 de abril de 2011
De golpes a golpes
Una señora llegó al aeropuerto de Rio de Janeiro y por un error en su documentación perdió el vuelo a Paris. El avión desapareció misteriosamente en medio del Atlántico y aún no se sabe qué sucedió. Salvó la vida. Cuentan una historia similar en la triple catástrofe japonesa más grande de la historia donde se combinó un terremoto terrible, un tsunami imbatible y una fuga radioactiva que cobrará vidas humanas y no humanas por largos años. De manera inimaginable todo un equipo deportivo, no pudo conectar y perdió su boleto. Salvaron la vida. Cuentan que el enojo, la incomodidad, el contratiempo, lo inesperado se disipó como un nubarrón que es llevado por el viento cuando se enteraron de que salvaron la vida. Concluyo compartiendo un pensar de un gran ser humano que nos ofrece una nueva visión sobre los viejos problemas humanos: No conseguir lo que quieres es a veces un maravilloso golpe de suerte.[1]
[1] Tenzing Gyatso o el Dalai Lama.
viernes, 8 de abril de 2011
Besos, lágrimas
Nuestra vida oscila entre lo espontaáneo y lo programado. En el terreno de lo programado llegamos a decir cosas curiosas como he programado mi mente para hacer tal cosa, o tengo mi vida programada. Por lo contrario no solemos escuchar expresiones como: mi mente es espontánea y estoy abierto a la sorpresa a lo inesperado. Estos rasgos humanos están emparentados con dos características de nuestra especie: oscilamos entre un vivir flexible y un vivir rígido o cuadriculado. En el campo de los sentimientos y de las emociones me encanta esta expresión: Los besos son como las lágrimas…los de verdad no se pueden detener.[1]
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