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martes, 7 de julio de 2015

Inesperado

Nuestra vida oscila entre lo que esperamos y lo que llamamos inesperado. Cuando lo esperado llega sentimos una conformidad interior. Cuando lo inesperado nos visita  puede levantarse en nosotros grandes olas que nos conmocionan. Lo que se cae,lo que se rompe, lo que se agrieta,lo que se desvanece,lo que nos roban,lo que perdemos es algo del mundo inesperado. Sin embargo hay otros mundos llenos de paz, serenidad y alegría como la descripción de un anciano japonés en el invierno:

En el bosque, 
profundamente enterrada en la nieve,
-la noche pasada -
una rama de ciruelo 
abrió sus flores.

domingo, 20 de julio de 2014

Mi propósito




Lump ,dibujado por Picasso, en un solo trazo
Les estoy agradecido a quienes me preguntan   para qué escribo ,cada día, estas pequeñas cartas-notas sobre el camino vivido. La pregunta me ha tocado y quiero responderles agradecidamente así: Mi único propósito es expresar cómo percibo la sorprendente realidad . Si yo dijera, un día, que la realidad me aburre es porque habré resbalado en el hábito de verla como ordinaria.


jueves, 31 de octubre de 2013

Repentinamente





Uno de los rasgos que nos caracteriza a los seres humanos es el íntimo,intenso,secreto deseo de eternidad y de eternizar a lo amado. En los viajes, frente a un atardecer, ante el primer copo de nieve o el espléndido arcoíris se asoma en nuestra alma el deseo de eternidad y de eternizar lo amado. Más sorprendidos quedamos, casi estupefactos, cuando nos damos cuenta que se ha asomado a la ventana de nuestra vida alguien, por quien nos sentimos  inevitable e incomprensiblemente conectados y atraídos. Entonces se cumple lo que la poesía del buen Julio dejó ,como regalo, para todos nosotros: El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Pequeño regalo






Felicitación de Google 2013
Cada fin de año escuchamos la misma frase, el mismo deseo ,repetido como una letanía, como una especie de mantra y conjuro.:  “…te deseo un año feliz,  ¡Que el año nuevo sea muy bueno!,  ¡Que el año sea mejor que todos los anteriores!. Pero bien sabemos por la experiencia que cada año trae de todo .Unos llegan, otros se marchan, llegan alegrías, parten tristezas, hay salud, se pierde salud, hay paz y hay guerra.Lloverá,tendremos mareas de agua y de tierra, vientos y tempestades, nieve y ríos desbordados, sequias y torrentes. Y en lo humano el peso de los grandes sobre los débiles, la justicia con doble vara, pero también generosidades humanas que nos despiertan gratitud y admiración, alegría y esperanza. Para decirlo en breve, casi no se puede hablar de años buenos o años malos. Los años cuando llegan, traen de todo, y el asunto es cómo tomaremos cada año con sus días, cada año con sus sorpresas e imponderables. ¿Que pondremos de nuestra parte para que este mundo sea un poco más amable?   Este escribiente de las Cartas del Desierto les desea a todos ustedes y a sus seres amados, que tomemos lo venga, sea como fuere, con el mejor talante, con la mejor disposición para  aprender, crecer y acompañarnos en esta navegación.






sábado, 29 de diciembre de 2012

Lo inesperado







Picasso
¿Qué es la vida? ¿Qué es vivir?  Una entre muchas respuestas es la que incluye a lo inesperado como rasgo distintivo del vivir, del navegar en esta vida. Viajar, descubrir, conocer a las personas que hacen una diferencia significativa en nuestras vidas y nosotros en sus vidas es parte del asombro, la sorpresa de la vida. Cierto, muy cierto es que no sabemos que podrá acaecernos en los próximos diez  minutos, esta tarde, mañana o en el transcurso de los próximos doce  meses. Hoy me quedo y celebro la afortunada expresión de Baudelaire:  La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza. Podemos extender la belleza no sólo la de las artes, sino la de la natura y la que brilla en los seres humanos.






lunes, 4 de abril de 2011

Cinco minutos

Una de las primeras pruebas para los niños es aprender a preguntar con libertad para pensar, sin temor para expresar, sin miedo a ser juzgado ridiculizado y si así lo fuere con la fortaleza para sobrevolar esa circunstancia. Preguntar y ser preguntón es parte de nuestro despertar movidos por el asombro, la sorpresa y la admiración. Conservar esa frescura toda la vida es la manifestación maravillosa de estar habitados por el espíritu del fuego. Recuerdo haber preguntado  muchas, muchas veces, desde niño, sobre aquello que me interesaba saber o que no comprendía, hasta que quedaba satisfecho al menos parcialmente. Algunas veces vi caras de sorpresa ante mis preguntas y no olvido la risita sarcástica y burlona, pero no me importó. Al cabo, el preguntar nos convierte en tontos por cinco minutos, pero el no preguntar por miedo hace que permanezcamos tontos el resto de la vida.