Nuestra vida oscila entre lo que esperamos y lo que llamamos inesperado. Cuando lo esperado llega sentimos una conformidad interior. Cuando lo inesperado nos visita puede levantarse en nosotros grandes olas que nos conmocionan. Lo que se cae,lo que se rompe, lo que se agrieta,lo que se desvanece,lo que nos roban,lo que perdemos es algo del mundo inesperado. Sin embargo hay otros mundos llenos de paz, serenidad y alegría como la descripción de un anciano japonés en el invierno:
En el bosque,
profundamente enterrada en la nieve,
-la noche pasada -
una rama de ciruelo
abrió sus flores.
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