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miércoles, 29 de julio de 2015

Uno de nuestros cultos

En nuestra cultura moderna de culto a la velocidad, parece que los humanos no hacemos casi nada de comienzo a final.La mitad de nosotros ve el televisor y la otra mitad esta pendiente de la computadora; conducimos el auto mientras hablamos por el teléfono y es rara la ocasión en que tenemos una conversación plena; cuando nos sentamos a comer estamos leyendo el periódico y miramos al televisor y cuando vemos el televisor cambiamos los canales una y otra vez. Este tipo de velocidad le da a nuestra vida un sentimiento de superficialidad: no experimentamos casi nada  plena y totalmente. Tenemos la fantasía de hacer todas estas cosas para vivir plenamente pero nos quedamos vacíos con la sensación de una velocidad sin sentido que no lleva a ninguna parte. Estas son algunas apreciaciones de mi amigo Sakyong Mipham quien me encontró en un cafe y me preguntó: ¿Que haces ?  Le respondí: Disfruto por un rato que el tiempo fluye lentamente, que puedo beber a sorbos una tacita de cafe de principio a fin y esto  es maravilloso...en su sencillez.





jueves, 8 de enero de 2015

Al paso y al tiempo




Los humanos tenemos un “algo” con la velocidad y no con la lentitud. La tierra viaja a 28 mil kilómetros por hora alrededor del sol y la luz a 300 mil kilómetros por segundo y nuestra humana obsesión es que todos nuestros artefactos sean rápidos y ultra rápidos. La rapidez es un título de nobleza en nuestro mundo que se desvive por ser hiper moderno. Pero la llamada lentitud ,que no es sino otra forma de velocidad, no tiene adeptos y le sobran críticos. En el mundo de nuestros hermanos menores veo a la tortuga y al caracol y si no fuera por su inexpugnable fortaleza erigida con gran paciencia y perseverancia, es decir, lentamente, no voltearíamos a verles. Pero insisto en que, esa obra maravillosa de fortaleza no se hizo en un día sino en la oscuridad de la paciencia del paso a paso y al tiempo. Tortuga y caracol hacen voto de silencio y este dato exaspera a los amantes de la velocidad. Para un comienzo de año más vale paso que dure y no trote que case  -dicen los rancheros del desierto- y vuelvo la mirada a estos seres amigos que le dan a cada día lo suyo y el tiempo es su aliado y no su competidor, rival o enemigo. Casi no hay un ser humano que no muestre admiración ante ese prodigio de arquitectura ,la espiral del caracol que partiendo de la tierra o del fondo marino aspira al cielo.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Intensidad

"El amor es intensidad y por eso distensiona  el tiempo  alarga los minutos y los convierte en siglos" decía Octavio Paz, por eso creo que la mayor parte del tiempo no vivimos en el amor,no sentimos el amor, pues lo que más escucho es que los días son segundos y un año se pasa como si fuera un día.El amor necesita de lentitud y la lentitud habita en el amor.

jueves, 16 de mayo de 2013

Derrepentes







Nuestras vidas están inscritas dentro del concepto y la experiencia de la velocidad y de la lentitud pero también de unas variantes como lo repentino, lo súbito,lo inesperado y lo que nos acaece de repente. Este mundo del de repente puede cambiar nuestra vida en cosa de un instante o escasos minutos. ¿No es acaso el encuentro insospechado, el cruce de miradas…el inicio de una historia que nos invitará a otros mundos y a otros reinos? Hay un micro texto de nuestro querido Juan Rulfo –Pedro Páramo- , que me trastorna como el viento juega con los árboles en nuestro desierto. Y de pronto puede tronar el cielo. Caer la lluvia. Puede venir la primavera. Allí te acostumbrarás a los `derrepentes'; mi hijo.  

martes, 23 de abril de 2013

Tiempo







En este nuevo siglo la velocidad esta entronizada y tomarse el tiempo, respirar hondamente, hablar pausadamente, actuar meditadamente… son las hijas desheredadas de esta reina. El amor no es la excepción. Hoy se cultiva en las macetas de la vida, en las pantallas luminosas una suerte de amor exprés o fast love.  Hemos olvidado que el amor es una largo proceso como el sembrar un sarmiento y que el sol, la tierra, la lluvia, la mano y el viento trabajen. La prisa es un caballo desbocado y ante ese descontrol está el recordatorio de  O.K.Bernhardt :No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos. Y ante esta afirmación preguntó la muchachita impacientemente :¿cuánto tiempo hay que esperar  entre lo uno y lo otro?

jueves, 21 de febrero de 2013

Al paso humano







La vida inhumana en las ciudades de nuestro siglo se caracteriza por un conjunto de frases relacionadas con la vivencia del tiempo –siempre escaso y atomizado en partículas ansiosas- y con la vivencia del espacio –viviendas casi inhabitables, estrechas, amontonadas, irrespirables y grandes distancias para ser recorridas con el propósito de trabajar para obtener el sustento-   Este paisaje de tiempo y espacio lo relaciono con la lectura que he dejado reposando en mi mesa. Elogio de la lentitud de mi buen Bernard Honoré. Si pudiera resumir su gran obra diría algo así como: Vivir la vida, la vida verdadera es como bajarse del automóvil y abrazar la vida lenta. Aprender a caminar con pasos humanos donde a un paso le sigue una respiración y no el espectáculo que producimos cada día, cada hora: Vida a trompicones, carreras, sudores, saltos, comidas de pie, comidas rápidas, ¿comidas?. Bueno, pues si de vivir se trata, he volver a recuperar mi paso humano, la respiración humana, el latido de mi mente y de mi corazón humano. Sólo así, podré-ser-contigo, solo así podremos encontrarnos y vernos contempladamente de cara  a cara y entonces …viviremos.



lunes, 18 de febrero de 2013

Lo bello







El abrirse de una flor es imperceptible a los ojos humanos que son demasiado rápidos para su lentitud o la calmada aparición del nuevo día. De manera similar sucede con las amistades y los amores en este mundo. Los niños dan una muestra, pues  de manera muy sencilla van a la escuela y vuelven con algunas tareas y además  ya con alguna  amistad en semilla. Así, entran en nosotros todos nuestros amores -que incluyen a personas, cosas, animales de aire mar y tierra, ideas e ideales de todo tipo. Un día esos seres han tomado la plaza. Reinan en nosotros…y nosotros en ellos. En el limeño y cusqueño Café de la Paz me regalaron un delgado marcador de lectura  al final de la comida y cada una de las palabras no tiene desperdicio: Las cosas bellas se adueñan de nosotros y nosotros con tal blandura entramos en su paraíso que casi no advertimos su presencia.[1] . Lo bello se equipara con la vivencia del paraíso, los espacios abiertos, gloriosos, el cielo






[1] Inspirado por la sabiduría de A Nervo.