domingo, 6 de enero de 2013

La velita y el foco


 
 
Una escena nada fuera de lo común: hombres y mujeres comentando sobre la última muerte  de un conocido, de un pariente, bajo violencia de una ráfaga cruzada o una bala perdida o por  causa natural –que hoy suele ser la menos natural de las causas...-  Bien, en ese grupo estaba doña Chonita tomando su café negro y con su cigarro de tabaco negro asintiendo con la cabeza el compás que tomaba la conversación: De pronto fue preguntada: ¿Cómo la ve Chonita?  La mujer dijo en medio de su fumarola: Todos somos una velita que arde…pero no sabemos cuánta cera nos queda. Ahora sonrío pues la frase de Chonita me llevó a recordar la última vez que compre un foco. El vendedor me dijo: le durará diez mil horas. Yo le festejé el dato diciendo: Si pero nadie que yo sepa lleva cuenta de las horas  que lleva ni de las que le falta y la sorpresa siempre es mayúscula el día en que se muere. Igual da si es velita o es foco, no estamos ni conscientes ni vigilantes.

 

 

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