lunes, 24 de febrero de 2014

Elegir


GPH
Se piensa que los filósofos estudiaron en viejas universidades y que nacieron casi viejos. Pero en cada ser humano, desde temprana edad, mientras es capaz de hacer un poco de silencio en medio  de su ruido interior, brota una gota que puede convertirse en manantial de sabiduría. Un joven escribió hace poco lo siguiente: “…acá no hablamos de ser malos sino de haber elegido mal. No todo lo que uno ha hecho en la vida es malo.”  ¿Quién es?  ¿Un joven político, un asistente regular a un grupo de AA? ¿Un candidato a guionista de cine? Tal vez sea todo lo anterior, pero este muchacho es un prisionero de una cárcel latinoamericana que nos comparte una formulación filosófica de meridiana claridad. Es la confusión, la obnubilación, el error en el juicio,el apasionamiento, lo que nos lleva a una prisión. Los jueces y los ciudadanos seremos  mejores jueces y mejores ciudadanos si sancionamos a la conducta errónea  sin señalar  que alguien es intrínsecamente malo.


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