sábado, 20 de septiembre de 2014

Lo hallado, encontrado y aparecido





La lista de las cosas  perdidas en la vida es larga y como su nombre lo dice nos lleva a tristear y lamentarnos, sea vía un descuido, accidente, robo o cualquier otra malandanza. Pero también esta la otra lista menos visitada, menos valorada: la lista de todo lo hallado, encontrado y aparecido.  Son matices pero cuánto  alivio si  ando perdido y encuentro la dirección que buscaba, o después de meses de darlo por perdido aparece un billete en el bolsillo de un pantalón o las llaves debajo de un sillón. O se me apareció él o ella cuando menos lo imaginaba y me quede petrificado de gusto o de susto. Desde niños levanta oleaje el encontrarse una monedita, un perrito sin dueño, o un juguete olvidado en el parque .Pero con los años, las alegrías se transforman en los descubrimientos de ideas, fórmulas, soluciones, enigmas, adivinanzas, acertijos, problemas de cálculo y un largo etcétera. Como cereza del pastel, están los encuentros humanos, tan llenos de misterio pues como dijo el buen Julio en su Rayuela: Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Nuestra vidas están marcadas por los encuentros como estar en los pasillos del Ateneo en Buenos Aires y ser encontrado por ese libro, ese que me cambió  la mirada sobre el mundo y los humanos. Celebro y estoy agradecido por  todo lo hallado, encontrado y aparecido en mi vida.



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