La lista de
las cosas perdidas en la vida es larga y como su nombre lo dice nos lleva a tristear
y lamentarnos, sea vía un descuido, accidente, robo o cualquier otra malandanza.
Pero también esta la otra lista menos visitada, menos valorada: la lista de
todo lo hallado, encontrado y aparecido. Son matices pero cuánto alivio si ando perdido y encuentro la dirección que
buscaba, o después de meses de darlo por perdido aparece un billete en el
bolsillo de un pantalón o las llaves debajo de un sillón. O se me apareció él o
ella cuando menos lo imaginaba y me quede petrificado de gusto o de susto.
Desde niños levanta oleaje el encontrarse una monedita, un perrito sin dueño, o
un juguete olvidado en el parque .Pero con los años, las alegrías se transforman
en los descubrimientos de ideas, fórmulas, soluciones, enigmas, adivinanzas, acertijos,
problemas de cálculo y un largo etcétera. Como cereza del pastel, están los
encuentros humanos, tan llenos de misterio pues como dijo el buen Julio en su
Rayuela: Andábamos
sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Nuestra vidas
están marcadas por los encuentros como estar en los pasillos del Ateneo en
Buenos Aires y ser encontrado por ese libro, ese que me cambió la mirada sobre el mundo y los humanos.
Celebro y estoy agradecido por todo lo
hallado, encontrado y aparecido en mi vida.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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