lunes, 18 de mayo de 2015

La diferencia



Decimos que los niños que aún no gozan de “razón”  no pueden ser responsables por sus actos. La diferencia entre un niño y un ser adulto está en que podemos asumir nuestra responsabilidad por cada una de de nuestras acciones. Bástenos la expresión de W. Blake: El zorro condena a la trampa, no a sí mismo. Por otro lado, se dice que la democracia como sistema no es perfecta pero puede mejorar y dejar la infancia y madurar. Por lo que hoy vemos nuestra democracia aún está en la etapa infantil cuando observamos  la gran dificultad para que uno solo de nuestros hombres y mujeres de la política reconozcan sus errores y los acepten públicamente  y lo nunca visto: que voluntariamente renuncien al cargo que les confiamos cuando no estén a la altura del  compromiso ante quien  les eligió y le paga su sueldo : los ciudadanos   -hombres y mujeres libres que no somos ni esclavos ni siervos-
  

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