Las aves, los mamiferos muestran una cualidad que nos
hermana. Ellos y nosotros no siempre alcanzamos nuestro propósito. Observemos a
los animales cómo intentan una y otra vez después de haber fallado, haberse
estrellado o como decimos familiarmente haber fracasado en su intento. Los
animales prueban una y otra vez diversas estrategias para cazar, hacerse de
alimento,hacerse de seguridad ,criar,descansar,etc. Para ellos es natural
intentar, aproximarse, hasta llegar a su propósito. He aprendido de nuestros hermanos menores lo
siguiente: cuando estamos solos, con nosotros mismos, los humanos reconocemos y
aceptamos fácilmente nuestras frustraciones y la falla en nuestros resultados.
El llamado ‘fracaso’ tiene un 95% de ‘peso’
originado en las ‘opiniones’ de los demás sobre nuestras acciones y resultados.
He ahí la diferencia, por eso nuestros
hermanos menores no se deprimen, no toman antidepresivos, no se auto llaman
perdedores, fracasados, mediocres, no se auto denigran ‘etiquetándose’
despectivamente. Tienen integrado en su ‘ser así’ que la vida es acierto y
error tal como como aceptan que al día
le sigue la noche y a la noche le sigue el día. Aún no conozco un solo león
deprimido por envidiar la ligereza de un colibrí ni a un colibrí que envidie la
melena y el rugido del león.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
jueves, 10 de septiembre de 2015
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