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lunes, 21 de febrero de 2011

Ser de una pieza

Dentro de las normas educadas y de cortesía en el oriente está el saludar con una reverencia. Una reverencia es una clara inclinación hacia adelante  y se tiene entre iguales pero con los mayores de la familia, con los maestros y las autoridades pero se extiende a toda persona como señal de buena voluntad. Sin embargo, lo que no se ve nada bien es que una reverencia se haga a medias pues se ve ofensiva. Los padres enseñan a sus hijos con una fórmula concreta: Si vas a inclinarte, inclínate bien. ¡Cuán grande diferencia cualitativa hay en este recordatorio! No importa que hagamos en la vida, hagámoslo bien. Recuerdo, por asociación, que mi padre me decía: Si das, da con generosidad, si prestas un servicio préstalo con entusiasmo, si dices una palabra dila con sinceridad. La sinceridad es lo mismo que ser de una pieza, sin fisuras. Si es sí, es sí, si es no, es no.

jueves, 22 de julio de 2010

Un pedido

Una pregunta de uso frecuente es formulada así: ¿Qué esperas de la vida? ¿Qué esperas de un hombre? ¿Qué esperas de una mujer? ¿Qué esperas de este gobierno? La lista puede extenderse hasta lo infinito. De dónde me surge la pregunta. Pues sucedió que ví a un hombre grande, polvoriento y sudoroso que estaba con su nieto esperando el autobús. En eso, llegó una mujer joven embarazada a quien ya le quedaba poco tiempo para dar a luz. El hombre le dijo a su nieto que le diera la oportunidad de avanzar en la fila y ponerse delante de ellos para subir primero. El niño levantó la ceja como preguntando ¿Por qué? Ese hombre grande, polvoriento y sudoroso le dijo al niño: A las flores les pedimos que tengan perfume. A los hombres, educación.