Mostrando entradas con la etiqueta Luvia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Luvia. Mostrar todas las entradas

domingo, 28 de abril de 2013

La lluvia y el amor







En nuestro amado desierto ponemos una marca indeleble en nuestro calendario cuando llega la primera tímida lluvia. Este año no ha sido la excepción. Pese al estado natural de sequía nos visita un nublado que crece en el horizonte, luego se hace presente el viento y la tolvanera  y por fin descarga una nube negra que empapa momentáneamente nuestra esperanza, y nos ablanda como el cartón remojado. Nuestro querido Efraín Huerta meditando sobre las sequías en el amor dijo: El amor viene lento como la tierra negra,
como luz de doncella, como el aire del trigo.
Se parece a la lluvia lavando viejos árboles,
resucitando pájaros. Es blanquísimo y limpio,
larguísimo y sereno: veinte sonrisas claras,
un chorro de granizo o fría seda educada.
 La lluvia y el amor  vienen lentos y lavan amorosamente a los viejos árboles.



domingo, 26 de septiembre de 2010

Tiempo de lluvia

El tiempo de lluvia o de aguas llama en el horizonte del desierto.

Los niños encuentran en la lluvia a una canción y a un cuento.

Para los adolescentes la lluvia les hace descubrir que también en el alma llueve

Para los hombres y mujeres curtidos por el sol de esta tierra la lluvia cae vertical,

La lluvia golpea el piso, la lluvia impacta los cristales, porque la mirada sensible

tornada en tristeza, se está nublando entre nosotros.

En las noches, cuando las sirenas  ,de patrulleros y ambulancias,  ululan y muere la gente, la lluvia sólo cae en vertical

es sólo un ruido y los oídos ya no escuchan la dulzura de su voz.

En los llanos llovidos florecen los charcos que antes fueron pequeños océanos donde los niños brincaban,

Hoy son fuentes de agua turbia que nadie mira y donde nadie bebe.


- Verano boreal de 2010