Los maestros de vida son como los puentes y los puentes son de paso para llevarnos de una orilla a otra. Esta convicción sobe la transitoriedad y el no apego hacia las ideas, las cosas y las personas despertó la sabiduría del poeta Hôsai quien nos dejó tres líneas:
empapado de agua,
viento del atardecer.
El borde del pozo, empapado de agua por causa del viento, nos lleva a pensar en el otoño o invierno. Imagino el sin número de sedientos que se acercaron al brocal, tomaron de su agua y calmaron su sed. Luego se marcharon. Maestro, puente y pozo de agua son lo mismo…
1 comentario:
también lo es el viento del atardecer de la vida que es cuando te llega la sabiduría, y tu aliento acaricia y refresca la frente del viajero perdido. Veo que al paso del tiempo te reduces, concretizas, tu sabiduría se vuelve mas precisa. Estoy orgullosa de -tí
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