Pienso en Galileo, Tomas Moro, Gandhi, Luther King, Mandela, Lula, Pepe Mujica. Seres de diversos tiempos, de campos tan diferentes como la ciencia, la política, la religión, De grupos étnicos y lenguas diferentes. Me pregunto ¿Qué tuvieron en común estos seres? Veo en ellos a seres que llevaron en sus manos una pequeña llama a punto de extinguirse en sus primeros tiempos. El viento arrecio, las manos temblaron, pero la pequeña luz no se apagó. Podemos llamarla Verdad. Es largo y tortuoso para que la verdad se imponga por sí sola. Se sucede el ridículo, la burla, la persecución cárcel, tortura y hasta la muerte pero la pequeña llama no se extingue. Esos seres, con sus vidas nos han permitido comprender lo que dijo Schopenhauer:
Las verdades pasan por tres fasesantes de ser reconocidas:
en primer lugar se les ridiculiza
en segundo lugar se les pone objeciones
por último, se consideran evidentes
por sí mismas.
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