miércoles, 16 de marzo de 2011

La gran prueba

¿Cómo saber qué es verdadero? fue la pregunta de nuestro profesor Don Onorio Ferrero en la universidad. Se hizo el silencio, el gran silencio. Un compañero que estaba en la última fila y nos sobrepasaba en edad y madurez levantó la mano y dijo: Me crié con mis padres durante siete años en un pueblito de Indochina. Un día conversé con un monje budista y le dije que me habían criado católico y cómo sabría yo si lo cristiano o lo budista  contenían lo verdadero. El monje me dijo: la verdad es lo que soporta la prueba de la experiencia. Confieso que desde ese día, en esa inolvidable clase, inicié el largo camino de no discutir sobre si esto o aquello es verdadero sino tratar de confirmarlo o negarlo desde mi propia experiencia. Sin duda, el concepto de autoridad, en las cosas humanas, aceptada ciegamente  salió por la ventana de mi vida y entró como brisa fresca la oportunidad de someter todo a la prueba de la experiencia personal.

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