Así como se construyen ciudades y puentes, naves para cruzar los cielos y los mares y así como se aprende el arte de cabalgar en el desierto, así necesitamos aprender a pensar por nosotros mismos. He aquí una tarea formidable pues, pensar por uno mismo requiere una buena parte de claridad y consistencia en lo que se piensa antes de ser expresado. Hay personas que piensan luminosamente pero no tiene la contundencia para expresarse delante de otras personas y el miedo al ridículo, a la desaprobación o el rechazo las inhibe. En mi propia experiencia encuentro que el mundo personal de las ideas que tengo sobre diferentes aspectos de la vida y de la muerte, de la convivencia humana y el orden y armonía social que podemos construir, me ha retado para expresar mis convicciones. Para eso he reunido una dosis de valor. Un viejo maestro de filosofía nos dijo: Expresa tus ideas con valor. Nadie te puede obligar... a pensar diferente. Me podrán retar y hasta desafiar en mi modo de pensar pero nadie bajo el cielo puede obligarme a pensar diferente. Pensar es un acto de libertad y de respeto y habita en la dimensión más recóndita de nuestra alma.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
miércoles, 27 de julio de 2011
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