lunes, 22 de abril de 2013

Hay cosas…







Hay cosas que no hay que voltear a ver porque nos convertiremos en una estatua de sal –como fue la advertencia veterotestamentaria. En estos tiempos hay cosas en las que no hay que pensar  porque nos paralizamos y es el paso previo a la muerte. Y como muestra, cuenta en buen Juan Gelman que una arañita le preguntó a un ciempiés cómo hacía para caminar  -dado que él tenía 92 pies más que ella. ¿Los movería de par en par o los nones, de diez en diez de veinte en veinte o cincuenta antes y cincuenta después?. El ciempiés se confundió a tan punto que se paralizó y ya no pudo caminar. Así que lo que naturalmente nos sale del alma no hay que pasarlo por la razón de lo contrario nos paralizamos y… morimos.



No hay comentarios: