Cada 100 años los arroyos en nuestro
desierto rebosan en los meses de lluvia.
Mientras tanto las piedras grandes y pequeñas y los arbustos que crecen en los
lechos saben que un día el agua llegará, porque el agua no olvida, el agua
tiene memoria. Y lo mejor ,como humanos, es no fincar donde las agua han hecho
su camino poco transitado. El poeta de nuestro desierto hermano en las llanuras
del Tigris y Éufrates , Talib Abdelaziz[1]
dijo con gran sabiduría: Tu olvidas ,pero el viento aún recuerda.
La memoria humana es frágil,quebradiza,porosa y más cuando de ser agradecido se
trata. La memoria de los vientos y del agua
es perenne.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
sábado, 22 de junio de 2013
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